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El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia sacó pecho ayer por el ahorro de 2,4 millones de euros logrado en la factura de la luz tras la apliación de las primeras medidas del plan de eficiencia energética. El ahorro es constable, dijo ayer el concejal de Participación y segundo teniente de alcalde, Jordi Peris, tras la junta de gobierno, desde mayo pasado, cuando se decidió apagar 4.000 puntos de luz de las calles Colón y Guillem de Castro y de la avenida del Cid y Blasco Ibáñez.

Valencia, recordó Peris, es una de las ciudades más iluminadas de Europa. Ha sido durante mucho tiempo paradigma del derroche y la contaminación lumínica en este mismo sentido. El gasto solo en iluminación de las calles asciende anualmente a ocho millones de euros, una factura que el nuevo gobierno de partidos de izquierdas (Compromís, PSPV y Valencia en Comú) quiere corregir insistiendo en que más iluminación no es sinónimo de seguridad ciudadana, como plantean muchos vecinos. «Todavía sobran puntos de luz» recalcó ayer Jordi Peris.

Este ahorro se ha logrado, recaldó Peris, sin haber empezado a aplicar todavía el plan de renovación de luminarias presupuestado en cuatro millones de euros que afectará al 22% de las 106.000 luminarias de la ciudad, que pasarán a ser de bajo consumo. En Valencia todavía existe gran número de farolas de tipo bola, que generan contaminación lumínica y mayor gasto energético. Uno de los objetivos del plan de renovación es cambiar este tipo de farolas.

Ante el ahorro constatado, la junta de gobierno acordó ayer liberar la parte correspondiente de la reserva de crédito prevista para pagar la luz. Parte del dinero ahorrado en la factura de la luz se destinará precisamente a mejorar la eficiencia energética en los barrios de la ciudad que más lo demandan.

La junta de gobierno tambien aprobó, según informó la portavoz socialista, Sandra Gómez, el proyecto básico de la Red Ciclista.

El concejal de Desarrollo Urbano también explicó que sigue en trámite el proyecto para la eliminación de las obsoletas pasarelas de la avenida del Cid, que se irán sustituyendo progresivamente por pasos de cebra para pacificar el tráfico en esta «autopista» urbana, destacó Sarrià.