El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha defendido hoy el trabajo realizado por el Gobierno que lidera para hacer de esta ciudad una urbe "más justa, más orgullosa de sí misma y de su diversidad y más sostenible" y ha pedido a los diputados del PP investigados por posible blanqueo que "se vayan a su casa".

Durante su intervención en el debate sobre el estado de la ciudad, el primero que se celebra en dos décadas con la intervención del alcalde, Ribó ha dicho que Valencia "no se merece el maltrato que las personas imputadas le están dando día sí, día también" y ha instado al PP y a los ediles afectados por la pieza separada del caso Imelsa a "actuar ya" para acabar con esta situación.

Tras afirmar que no tiene "miedo a debatir", el alcalde ha asegurado que Valencia "clamaba a gritos una gestión eficaz y eficiente", algo que este gobierno, compartido por Compromís, el PSPV y València en Comú, le está dando en todos los ámbitos, desde el económico, el social o el cultural.

"Sabemos gestionar y lo hacemos bastante mejor que la derecha, que, con crisis y sin ellas, propiciaba unos números desastrosos para las arcas municipales", ha afirmado Ribó, quien ha dicho estar "empeñado en tratar las cuentas públicas con el máximo rigor" y en gestionar "con el sentido común que no se ha tenido hasta ahora".

Ribó ha destacado que su objetivo en materia fiscal es la equidad y la lucha contra el fraude, y ha avanzado que los presupuestos municipales de 2017, aunque "vendrán lastrados por la herencia recibida", serán estables en cuanto a ingresos y no habrá subida de impuestos.

Ha destacado que uno de sus objetivos básicos es "el bienestar de las personas", eso que, según ha lamentado, "nunca debería de haber dejado de ser una prioridad para los gobernantes del pasado, más preocupados en subirse a ferraris o en desviar dinero que debían ir a paliar el hambre" o a construir colegios.

También ha defendido los avances hechos en materia de vivienda social, una política "inexistente" cuando llegaron al gobierno hace poco más de un año, así como las medidas puestas en marca en materia de empleo, turismo y comercio, "uno de los sectores estratégicos para la ciudad".

Respecto al comercio, Ribó espera una "pronta" solución a la situación generada con los horarios comerciales por "los problemas de tramitación en la Generalitat"; ha apostado por los mercados municipales y los comercios de proximidad, y ha avanzado que Valencia aspira a ser en 2017 capital mundial de la Alimentación.

Asimismo, ha anunciado que en octubre el Ayuntamiento firmará un convenio con la FAO para desarrollar políticas de agricultura y alimentación de proximidad, el primero que la FAO firma con un ayuntamiento en todo el mundo.

El alcalde ha resaltado también la eficacia de medidas como Xarxa Llibres, que ha supuesto un "esfuerzo del que están satisfechos"; las 10.246 intervenciones para el mantenimiento de centros educativos desarrolladas en los últimos doce meses o el refuerzo de plantillas en colegios municipales.

Ha defendido también la política de movilidad, donde se prioriza al peatón, la bicicleta y el transporte público; la mejora de la limpieza viaria, la recuperación de la cultura y la protección de la huerta y la Albufera, así como el cambio en la política urbanística, y en concreto, del Cabanyal.

El Gobierno local ha recuperado también, según el alcalde, la sensibilidad por la diversidad y la solidaridad ante las catástrofes, y ha recordado que Valencia tiene a punto el proyecto "Nuestra ciudad, tu refugio" que no puede aplicarse, ha criticado, por la negativa del Gobierno a ayudar a los refugiados.

Se trata de cuestiones que están poniendo a Valencia "en un mapa que sí nos gusta", según Ribó, para quien Valencia "es una ciudad de gente horada".