Un nuevo frente se ha abierto en el proceso de rehabilitación del Cabanyal. La decisión del Ayuntamiento de Valencia de recuperar la Lonja de Pescadores ha provocado una intensa reacción de los vecinos de éste edificio histórico que se ha traducido en la creación de una plataforma „Veïns Units de la Llotja del Cabanyal„ para defender la continuidad de sus casas más allá de ellos mismos.

La Lonja de Pescadores está compuesta de 40 viviendas en las que viven socios o herederos de la Marina Auxiliante, que fue la entidad que levantó el edificio. Pero el suelo donde se asienta es de titularidad municipal, por lo que el Ayuntamiento de Valencia decidió en la Junta de Gobierno del pasado 29 de julio recuperar el edificio, o lo que es lo mismo, recuperar las viviendas una vez que fallezcan sus inquilinos sin posibilidad de transmisión hereditaria.

Y eso no ha gustado al colectivo. No ha gustado por la forma, ya que, según dicen, nadie se ha sentado a hablar con ellos; y por el fondo, pues sienten que se está cometiendo un atropello.

Según explicó Manu Ríos, portavoz de la plataforma, «el edificio de la Lonja de Pescadores jamás ha sido propiedad del Ayuntamiento. Sí lo es „explica, el suelo cedido por Costas al ayuntamiento de la ciudad en 1990 y que le fue concedido por el rey Alfonso XII a la Marina Auxiliante en 1907. Esta empresa construyó y costeó íntegramente el edificio y luego lo otorgó a 40 patronos de barcas de pesca entre los que se encontraban nuestros antepasados».

Agravio comparativo

A juicio de los asesores jurídicos de los vecinos, que la concesión expire «en precario», según consta en las escrituras, se entiende que es por un plazo de aproximadamente 100 años, algo que según Ríos, «también ha afectado a edificios como el actual hotel las Arenas, los restaurantes de Eugenia Viñes y otros de las calles Pavía y Astilleros sin que el ayuntamiento pusiera ningún problema».

Los vecinos creen, por tanto, que «estamos frente a un agravio comparativo, ya que en el caso de otros edificios emblemáticos como la Plaza Redonda o la Finca Roja se rehabilitaron incluso con dinero público y con vecinos dentro; y en el caso de los restaurantes de Eugenia Viñes se vendió incluso el suelo, a un precio testimonial, muy por debajo del precio de mercado». «A nosotros „añade Ríos„ ni se nos ha emplazado siquiera a una mesa de negociación».

Para la nueva plataforma, se trata de una situación «intolerable», «máxime cuando llevamos muchos años pagando toda clase de impuestos municipales, incluido el IBI, mientras leemos con estupor que determinadas casas del barrio, actualmente en manos de okupas, podrían recibir dinero municipal». «¿Dónde quedan entonces los derechos de la gente sencilla y trabajadora que cada día salía al mar jugándose la vida y que siempre han pagado hasta la última peseta a su ayuntamiento?», se preguntan.

Para revertir esta situación, los vecinos ya han solicitado una reunión con el alcalde, Joan Ribó. Y esta misma semana los vecinos tendrán su primera conversación con la concejala María Oliver.

Según confirma Ríos,«nos hemos presentado ya como plataforma ante el gerente del Plan Cabanyal y la directora municipal de patrimonio. Y esta semana, por fin, tenemos cita con la concejal delegada de patrimonio, algo que tendría que haber sucedido antes de que se acordara nada en la junta de Gobierno, pero que damos por bueno si de entablar puentes de dialogo se trata».

A la citada reunión la plataforma acude «con la mejor de las predisposiciones», pero también con «firmeza y decisión frente a lo que consideramos una agresión a nuestros derechos que jamás se tendría que haber producido».