¿Es necesario cambiar el uso de la zona naranja en Valencia para que sea exclusiva de residentes?
La ventaja de una regulación en la calle es que es muy flexible. Está ahora funciona muy bien, pero no quiere decir que no pueda funcionar mucho mejor. La regulación en la vía pública es un reparto racional y proporcional de los recursos que ofrece la ciudad, por lo tanto una parte de la población se ha de sacrificar en beneficio de otra y tendrán que pensar que cada vez más es un lujo dejar el coche en la calle, seas residente o transeúnte.
Se quejan muchos usuarios en Valencia de la identificación de la zona naranja, que no es como en otras ciudades donde se saca un abono anual y no se paga cada semana. ¿Cambiará esto?
Todo puede ser. Las zonas para residentes son permeables. En Madrid hay zonas donde aparcan los residentes y los transeúntes. Allí el residente paga una cuota anual, pero a cambio de eso el residente no puede aparcar en las zonas de alta rotación. Es un modelo, existen muchos, pero lo que sí se está limitando es que el residente pueda abandonar el coche en la calle, y por ejemplo se marche 15 días de vacaciones y lo deje en la calle.
Los cambios deberán reflejarse en la próxima ordenanza. ¿Su empresa está en sintonía con lo que pide Valencia?
El ayuntamiento tiene una serie de ideas, y nosotros estamos trabajando con ellos. No hemos encontrado ningún punto donde pueda ver algo ilógico en la regulación de la vía pública. Es verdad que hay una gran oportunidad de hacer las cosas un poco diferentes a lo que se ha hecho hasta ahora, pero eso no quiere decir que lo que se ha hecho hasta ahora se haya hecho mal. Se pueden muchas cosas… En Madrid, por ejemplo, los residentes ya no sacan distintivo, la matrícula es suficiente. Y aquí, en los estacionamientos de Parcent o Russafa, un valenciano puede entrar y salir del aparcamiento sin necesidad de pasar por el cajero y sacar ticket.
