La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Valencia aprobará hoy las ordenanzas fiscales del año que viene, es decir, los impuestos municipales, sin tener cerrada una decisión sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los comercios. Ayer, durante el debate sobre el estado de la ciudad, el alcalde, Joan Ribó, reiteró que los impuestos seguirán congelados, es decir, aplicando la subida que se aprobó el año pasado para los comercios cuyos locales superaban los 250.000 euros de valor catastral. Pero el Grupo Socialista, en concreto el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, era partidario de incrementar ese listón al menos hasta los 300.000 euros para dejar de aplicar esa subida a los más modestos del grupo.

En la junta de hoy también está previsto rebajar en un 25% el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) y revisar las tasas que pagan las terrazas de los bares y restaurantes. La idea es que dividir la ciudad en zonas para que paguen más los establecimientos que tienen mejor ubicación y capacidad de negocio.

En términos generales, la decisión del nuevo equipo de gobierno es congelar los impuestos para las viviendas y los negocios normales y subirlos a quienes más poder adquisitivo tienen. «Quien tiene menos, tiene que pagar menos», dijo el alcalde ayer defendiendo su postura contraria a rebajar el IBI a los establecimientos a los que se les subió el año pasado. Ribó explicó que el 96% de los negocios pagan el mismo IBI que siempre y que sólo el 4% se ha visto afectado por la subida. Se trata de 1.400 establecimientos, la mayoría de los cuales facturan más de 1 millón de euros al año.

Una decisión final

Por parte del concejal Ramón Vilar, la posición era subir el listón catastral a 500.000 euros o al menos elevarlo a 300.000, ya que existe un compromiso de su grupo con los comerciantes para hacer un gesto en ese sentido.

Estas posiciones, que ambas partes están dispuestas a analizar, estarán hoy sobre la mesa de la Junta de Gobierno para adoptar una decisión final. Hay que tener en cuenta que la junta se ha adelantado al día de hoy para que pueda convocarse la Comisión de Hacienda obligatoria antes de pasar las ordenanzas fiscales por el pleno, que será el próximo día 29.

El tira y afloja con el IBI se sabe un punto de fricción entre Ribó y Vilar que seguramente se cerrará con la congelación actual, pese a las duras críticas de la Confederación de Empresarios del Comercio Valenciano (Cecoval) que la semana pasada consideraba que las declaraciones del alcalde son una «ofensa y una burla». Ribó manifestaba el viernes pasado que 1.200 de las 1.409 mercantiles a las que se le ha subido el impuesto son «medianas o grandes empresas» porque facturan más de un millón de euros, a lo que Cosme replicó con un contundente: «Deberían estar mejor asesorados, ya que facturar no es lo mismo que ganar dinero. Hay otros impuestos que se encargan de vigilar eso y no es el cometido del IBI». Cecoval ha presentado una solicitud de rectificación adjuntando estudios de cálculo por escrito ante la Comisión de Hacienda y cuenta con el respaldo del PP y de Ciudadanos, con los que se reunió el jueves pasado.