De entre todos los problemas que saltan sobre la mesa de los mediadores, las Fallas tienen un papel destacado. Su carácter efímero, además, obliga a resolverlos lo más rápidamente posible para que las fiestas no se pasen con el conflicto vivo. De ahí que la Policía Local haya creado lo que denominan «mediación exprés», un equipo de profesionales que a bordo de una furgoneta trata de resolver los problemas falleros en un máximo de 48 horas.

Según los datos policiales, en los seis primeros meses del año se resolvieron 15 casos de este apartado, con alguno, eso sí, generado por las cofradías de Semana Santa.

Lo más habitual son problemas de los vecinos con las carpas (41%), los puestos callejeros (25%), las zonas de paso (13%), los ruidos (13%), la iluminación de los monumentos (6%) y la ubicación de los aseos públicos (3%). Según Antonio Berlanga, cuando se produce un problema durante las Fallas, lo normal es que estén implicadas comunidades de vecinos y en todos los casos se informa a la Junta Central Fallera. No obstante, el proceso se va perfeccionando cada día. «A las Fallas hay que darles un enforque distinto -dice-, porque en estos casos no tenemos tiempo». De ahí que se haya creado el servicio de «mediación exprés» y que el horizonte con el que trabajan sea de 48 horas como máximo.

En general, «se trata de cosas pequeñas para las que se suele encontrar un acuerdo, con la ventaja añadida de que ese acuerdo ya se queda fijado para el año siguiente o los sucesivos», explica. Los resultados están siendo tan positivos que desde la Policía Local se están mandando cartas a las comisiones falleras para que conozcan este servicio y puedan utilizarlo con normalidad. Si primero empezaron en el Carmen por la acumulación de monumentos y por las características del barrio, ahora quieren que ese trabajo se extienda al resto de la ciudad.