Valencia es una ciudad ideal para vivirla y disfrutarla y uno de los lugares más espectaculares con los que contamos los valencianos es el Mercado Colón. Situado en el primer ensanche de nuestra ciudad y delimitado por las calles Cirilo Amorós, Conde Salvatierra, Martínez Ferrando y Jorge Juan, el Mercado de Colón se enclava en el núcleo de una de las zonas de mayor actividad comercial de la ciudad y constituye hoy en día el centro vital para muchos de no-sotros y para numerosos turistas que nos visitan todo el año.
La necesidad a principios de siglo XX de un mercado de abastecimiento para la zona, fue atendida por el Ayuntamiento respondiendo a la demanda generalizada por parte del creciente vecindario, originando así la segregación de una de las manzanas del ensanche, exactamente en parte de los solares donde se ubicaba una antigua fábrica de gas, dando lugar a la aparición de una nueva calle denominada Blanquells (actual Martínez Ferrando), quedando así la manzana como la conocemos actualmente y disponible para la ubicación del nuevo mercado.
El proyecto se le encargó al entonces arquitecto municipal D. Francisco Mora, que influenciado por las corrientes modernistas proyectó un gran espacio longitudinal de tres naves mediante cerchas metálicas, cerrando sus extremos con dos portadas de ladrillo y piedra a la manera de arcos triunfales, con gran ornamentación y policromía, todo un lujo de bellos mosaicos y trencadis dedicado a la sociedad valenciana orgullosa de sus naranjales, de su huerta y hasta de los tópicos de la mujer labradora; bordeando el conjunto con un cerramiento formado por una base de piedra rematada con una verja artística de forja, adoptando así una figura rectangular con sus esquinas achaflanadas .
El edificio se inauguró en la Nochebuena del año 1916, con gran aceptación por parte de la sociedad valenciana de la época. Pero este recinto ha atravesado a lo largo de la historia por momentos álgidos y momentos bajos, como cuando sus puestos atendidos la mayoría por gente que vendía frutas y hortalizas cultivadas por ellos mismos fueron cerrándose progresivamente desde finales de los años 70.
Afortunadamente en la etapa del gobierno popular se realiza por fin una completa rehabilitación que culminó en el año 2003, donde además de restaurar el mercado se construyó debajo una planta comercial y dos más para aparcamiento de vehículos en un edificio que ha dejado huella en el importante patrimonio histórico que se rehabilitó en todos esos años en nuestra ciudad. Actualmente el mercado se ha especializado en gastronomía concentrando hoy a conocidos cocineros valencianos, que están actuando de motor del recinto.
En este mes de octubre se van a iniciar ya las actividades para conmemorar este importante aniversario; así una colección de caracoles gigantes invadirá los dos pisos del mercado, haciendo un guiño a los caracoles que adornan la fachada de este original inmueble modernista. Y en los próximos meses de noviembre y diciembre, el edificio acogerá otras dos exposiciones, una de las cuales será de fotografías antiguas del inmueble y su historia, que llevará por título «Cien años dando sabor a Valencia».
Así que estaremos atentos a los eventos culturales que se celebren en los próximos tres meses porque los cien años de este emblemático edificio en el centro de nuestra ciudad lo merecen.
