El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, firmó ayer la autorización para que empiecen a funcionar las cámaras de vigilancia colocadas en el antiguo cauce del Turia, un sistema ideado por el Ayuntamiento de Valencia para acabar con la inseguridad ciudadana en los puntos más delicados de este pulmón de la ciudad. Son un total de 15 cámaras, a las que hay que sumar 4 lectores de matrículas situados en los accesos y 4 postes de comunicación SOS.

Con el visto bueno de la Delegación del Gobierno concluyen unos trámites que se han prolongado durante siete años y que han sufrido todo tipo de vicisitudes, entre ellas la asignación presupuestaria y las múltiples exigencias de la Comisión de Videovigilancia. No hay que olvidar que este tipo de sistemas puede invadir la intimidad de las personas.

La adjudicación de las obras a la empresa Etralux, con un coste de 533.200 euros, se produjo en el mes de marzo del año pasado y esta primavera se procedió a la instalación del sistema, quedando su entrada en funcionamiento pendiente del visto bueno final de los técnicos de la Delegación del Gobierno, visto bueno que el propio Juan Carlos Moragues firmó ayer.

Se trata de 8 cámaras fijas domotizadas y otras 7 cámaras fijas normales colocadas a lo largo del cauce, en lugares señalados por la Policía Local de Valencia como los más operativos en materia de seguridad ciudadana.

Los puntos exactos

En el Puente del Real se han colocado tres; otras 7 están entre el Puente de la Exposición y el Puente de Aragón; 3 entre el Puente de Aragón y el Puente del Reino y 5 desde el Puente del Reino hasta el puente del Assut de l´Or. Hay una última cámara domotizada colocada más adelante, aguas abajo, junto a la vía férrea.

Según ha podido saber este periódico, el expediente firmado ayer por el delegado del Gobierno sólo autoriza a la Policía Local de Valencia a custodiar el sistema y a tratar las imágenes obtenidas por las cámaras, que en muchos casos pueden ser altamente sensibles. De ahí la dificultad para conseguir la autorización para este tipo de instalaciones.

Las cámaras, así mismo, podrán tomar imágenes las 24 horas del día, los 365 días del año, sin grabar, eso sí, ni voz ni ambiente y enmascarando las viviendas cercanas para impedir su visualización. Luego, el almacenamiento de las imágenes se hará atendiendo a la normativa nacional que ya existe en este sentido.

Por su parte, los puntos de comunicación SOS no tienen grabación de vídeo y son puntos de socorro que sólo sirven para entrar en contacto con la Policía Local de Valencia, que es la que controlará todos el sistema desde su central de la Avenida del Cid.

Reto para la ciudad

El sistema de videovigilancia del río ha sido sufragado con fondos del Plan Confianza de la Generalitat Valenciana y es el único de este calado que existe en Valencia, aunque hay precedentes y también peticiones para su ampliación. El precedente son las cámaras instaladas años atrás en el parque Gúlliver, también en el antiguo cauce del Río Turia. Y peticiones más o menos constante las hay para la zona comercial de Poeta Querol, donde se han producido varios ataques a las tiendas de lujo; o para los monumentos más significativos de la ciudad, del tipo de la Lonja, los puentes históricos del antiguo cauce o la Catedral, algunos de cuyos elementos arquitectónicos han sufrido actos de vandalismo en varias ocasiones.