Las mujeres que un día portaron la Senyera durante la Procesión Cívica, cuatro al menos, no creen que haya que aligerar la bandera o su mástil para que puedan llevarla las mujeres. Todas coinciden en que las mujeres también pueden cargarla. Y si alguna de ellas está dispuesta a admitir esa propuesta no es para hacerla accesible a las concejalas, sino para que resulte más llevadera para cualquier persona, independientemente del sexo.

Clementina Ródenas (1985)

Cronológicamente, la exalcaldesa socialista Clementina Ródenas fue la primera que la llevó. Fue en 1985 y tuvo que hacer el desfile de Valencia y luego la subida al castillo de Peñíscola, un momento «especial» desde el punto de vista personal, pero «muy duro» desde el punto de vista físico, sobre todo cuando casi tuvo que ponerse de rodillas para pasar la bandera por debajo de un arco.

De todas formas, Ródenas es de las que opinan que «se puede llevar», que no hay que cambiar nada para que la lleven las mujeres. «Yo la llevé en unas condiciones extremas, por una cuesta de cantos rodados, y no hubo problemas», dijo la exalcaldesa, quien recordó que «esto no es una obligación».

Para Ródenas, además, «esto es una cosa muy seria». «La Senyera es una tradición y tiene unas normas y un protocolo muy claro, hay que bajarla en vertical, no se inclina ante nadie, y si hay una tradición y unas normas codificadas, no tiene sentido cambiarlas. Es absurdo», explicó.

Es más, cree que la Senyera es un conjunto y que el mástil forma parte de ese conjunto, de manera que «aligerar el mástil no es muy lógico».

Carmina del Río (2005)

También la concejala socialista Carmina del Río recordó que ella la llevó sin problemas pese a que en el año 2005 todavía se hacía el recorrido largo, con paso por la catedral, himno en el Palau de la Generalitat y vuelta a la calle La Paz. De hecho, ese año se propuso acortar el recorrido para no llegar al ayuntamiento a las 3 de la tarde y al año siguiente ya se hizo el itinerario actual.

Por su experiencia, puede asegurar que «es demasiado esfuerzo» al que no pueden hacer frente todas las personas, sobre todo porque «el centro de gravedad está muy alto», pero «yo no lo plantearía como un tema de hombres o mujeres». «Si va a ser un problema de potencia muscular, hay que aligerarlo, pero yo no lo plantearía como una medida para las mujeres, porque yo la he llevado y otras mujeres la han llevado también». «Si se hace algo es para que todo el mundo pueda llevarla», recalcó.

Marta Torrado (2006)

El año siguiente el turno fue para la concejala del PP Marta Torrado, quien aseguró que la propuesta de Gloria Tello (antes de ser precisada) estaba «fuera de lugar». «Si esto lo decimos alguien del PP nos comen», aseguró con ironía.

Para Torrado, lo de las mujeres es «una excusa que no tiene sentido» porque «yo he visto hombres que lo han pasado peor que las mujeres». «Si la quieren restaurar, me parece bien, pero que no pongan esa excusa porque las mujeres podemos con eso y con más».

Dicho esto, su opinión es que la Senyera debe quedarse como está, ya que «es una tradición, es una responsabilidad y ha estado muchos años llevándose así». De hecho, para ella fue «uno de los días más importantes de mi vida».

Mercedes Caballero (2009)

La más crítica, en cualquier caso, fue la diputada socialista Mercedes Caballero, que calificó de «insulto» la propuesta de Gloria Tello y le pidió una rectificación «para que diga lo que realmente quiso decir».

«Yo recuerdo hombres que lo han pasado fatal „dijo„. El problema no es el peso, el problema es el viento. Sólo con girar una calle hay problemas para mantenerla recta», precisó. Pero «yo estoy segura de que por un tema de peso una mujer no puede dejar de ser abanderada. Todos los que tenemos hijos o sobrinos hemos cargado más», explicó.

En cualquier caso, Caballero no está en contra de que se aligere el mástil, muy importante porque «es el elemento que hace de contrapeso de la bandera». A su juicio, eso lo tienen que decidir los expertos y pedir informes técnicos. «Me parece razonable». Ahora bien, si se toma esa decisión, «es para que la puede llevar quien sea». «Yo no soy una superwoman o más forzuda que nadie, pero tampoco las que la llevaron antes lo eran ni lo eran otros hombres que tenían menos fuerza que yo». «Siempre ha habido gente, hombres o mujeres, que no la han llevado bien», apostilló.