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El eterno tira y afloja entre el puerto y la ciudad

La plataforma El Litoral per al Pobla analiza en unas jornadas la evolución de la fachada marítima con las propuestas fallidas y las asignaturas pendientes

El eterno tira y afloja entre el puerto y la ciudad

Las relaciones de buena vecindad y diálogo impulsadas por los actuales responsables de la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de Valencia no terminan de cuajar. El alcalde Joan Ribó, que reclamó la reversión de la huerta de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) „a la que más tarde ha tenido que renunciar„, ha vuelto a poner nuevos límites al puerto al confirmar que no se incluirá la reserva de suelo para el acceso norte en la revisión del PGOU. Algo que ha levantado ampollas en el puerto, que ha respondido volviendo a reclamar una deuda de 23 millones de euros al Consorcio por las obras ejecutadas en la dársena durante la Copa del América.

La nueva etapa de diálogo anunciada por Ribó y el presidente de la APV, Aurelio Martínez, empieza así a mostrar sus primeras fisuras. En medio del debate sobre la reodenacion de la frontera del puerto y la ciudad y la redefinición de los usos de la Marina Real Juan Carlos I, la plataforma El Litoral per al Poble ha organizado unas jornadas para reflexionar sobre el devenir de la fachada marítima y la siempre tirante relación entre la ciudad y el puerto. Las jornadas, tituladas «La Valencia Marítima de 2030», arrancaron la semana pasada con la relectura del libro «La Valencia Marítima de 2000», una publicacion que deja en evidencia la falta de una actuación decidida para conectar la ciudad con el mar.

Las jornadas, que continuarán mañana y el martes 18 de octubre, analizan los proyectos fallidos o pendientes como la recuperación de la desembocadura del río o el túnel del acceso norte, una infraestructura que la Autoridad Portuaria reclama en aras de mejorar la competetividad del puerto y a la que el actual gobierno municipal, formado por Compromís, PSPV-PSOE y Valencia en Comú, se opone. «La Valencia Marítima de 2000» ya dudaba de la necesidad real del citad túnel, que atravesaría los barrios del marítimo, argumentando que no se justificaba «ni por el volumen de mercancías que se desplazan hacia el norte ni por razones de índole urbanístico».

La plataforma El Litoral per al Poble quiere aprovechar las jornadas para lanzar propuestas con «fundamento y perspectiva» para el desarrollo sostenible de la fachada marítima y sus barrios y con el año 2030 como horizonte de ejecución.

Hace 16 años la publicación «La Valencia Marítima de 2000», elaborada por los arquitectos (ya fallecidos) Juan Pecourt y Juan Luis Piñon, con la colaboracion del Colegio de Arquitectos y la Fundación Bancaixa, advertía del proceso de desmembración territorial que estaba generando el puerto.

La idea de una Valencia marítima, apuntaban los autores, partía de la recuperación de la dársena interior y la desembocadura como espacio urbano, con usos terciarios como complementario. El libro alude al proyecto de Ricardo Bofill de 1982 para el Jardín del Turia que dejaba en evidencia el «gran potencial transformador» del viejo cauce dirigiéndolo hacia la dársena interior, una propuesta que ahora ha hecho suya el actual presidente de la APV, ante la petición del ayuntamiento de recuperar la desembocadura histórica, cegada por una rotonda de usos portuarios.

«La zona industrial y ferroviaria desarrollada en el margen izquierdo del río, a la sombra del puerto, es, junto con el Parque Central, el espacio urbano más importante y que mejor puede auspiciar una nueva centralidad», aseguraban Pecourt y Piñón. Una nueva centralidad que debería acoger un programa de «usos mixtos donde tendrían cabida por igual la residencia, los equipamientos, el comercio, la industria hotelera, las oficinas y todas las actividades propias de una nueva centralidad».

La propuesta de ordenación de esta zona pivota sobre la dársena interior con sus edificios históricos, y apuesta por «singularizar y recuperar sus señas de identidad sin adulteraciones». Para coser la fachada marítima aboga por la prolongación de las avenidas de Francia y Antic Regne, que conectaría la nueva centralidad con el Parque Central.

Como hito en la dársena los arquitectos plantean dos grandes torres en los muelles de Levante y Poniente. Una idea que recuperarían años más tarde los ganadores del concurso de ideas para la ordenación de la marina y el PAI del Grao convocado al hilo de la reurbanización de la dársena para la celebración de la Copa del América de 2007.

La plataforma El Litoral per al Poble, muy crítica con la herencia y las deudas que han dejado los grandes eventos en la ciudad, se creó en 2013 como frente común para defender el espacio público y la dignificación de la fachada marítima.

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