La Asociación de Vecinos y Comerciantes La Boatella de Valencia acusaba ayer al gobierno local de «facilitar, permitir e imponer el turismo de borrachera» en zona residencial «en contra de las normativas, leyes y derechos de los vecinos», en especial en un área protegida como Bien de Interés Cultural (BIC) y declarada acústicamente saturada (ZAS).

Así lo apuntaba en un comunicado en el que asegura que un solo local en la calle Doctor Chiarri «mantiene en jaque permanente a más de 20 comunidades de vecinos» y critica que, a pesar de las «continuas llamadas» a la Policía Local y de los escritos de denuncia enviados a Joan Ribó, «la situación sigue empeorado».

Según los vecinos, al «escándalo» de los «numerosos grupos» que entran y salen del local, se suman «situaciones agresivas y hasta de coma etílico, vómitos y suciedades, saltos por encima de los coches» y que, con posterioridad al cierre, «continúa el 'botellón' en la plaza Jesus Maroto y Gonzalez y calles de alrededor». La entidad exige que «de forma inmediata» se intercepte estos grupos de turistas, «se tome su filiación, se les sancione y ante posible desacato se pongan a disposición judicial». Además, reclama la revisión de licencias y resolución con cese de actividad de este tipo de establecimientos, y la clausura inmediata de un bloque de apartamentos turísticos y hostel «ya denunciados por reiterados escándalos».