El Instituto Valenciano de Conservación y Restauración (IVC+R) presentó ayer tres obras restauradas de la Catedral de Valencia. Entre ellas, se encontraba un óleo del siglo XVI, de autor anónimo, que representa a San Pablo, así como una tabla gótica y un lienzo pintados al óleo.

Cuando el óleo de San Pablo llegó al IVC+R, ofrecía un estado «muy precario» de conservación. La obra evidenciaba haber sufrido las altas temperaturas que provocó el incendio de la catedral y el palacio arzobispal en 1936.

Los daños físicos que causó el calor se podían observar tanto en la superficie pictórica de la obra, entre las que se distinguían ampollas de distintas dimensiones generalizadas, alteraciones morfológicas y de los pigmentos; como en su estructura interna. Se trata del tercer intento de restauración «tras una primera limpieza superficial y un segundo acercamiento», declaró Jaime Sancho, director del museo catedralicio.

La tabla gótica, en la cual se representa un Descendimiento de Cristo de la Cruz, ha sido atribuida por algunos autores a Marçal de Sax. En cuanto al lienzo, representa a San Vicente Ferrer y se trata de una obra anónima de mediados del siglo XVIII.