El Ayuntamiento de Valencia ha adjudicado ya los tres locales municipales a los que optaban casi cuarenta asociaciones de la ciudad para utilizarlos como sedes de sus actividades. Ocho son las asociaciones que se beneficiarán de esta iniciativa: la Asociación de Familiares de Enfermos con Alzheimer, los de Espina Bífida y los de Autismo, así como dos asociaciones relacionadas con la Juventud. Se ha excluído a cuatro entidades que no han presentado correctamente los documentos que solicitaba el consistorio. En primavera se abrirá una segunda convocatoria a la que podrán volver a presentarse, aclaraban ayer fuentes municipales.

El consistorio sacó a licitación pública en mayo la cesión de los tres primeros locales de titularidad municipal, dos de ellos en la avenida Tres Cruces, 67 y Floresta, 25, mientras que el tercero es la torreta histórica de la plaza de Zaragoza.

En este último caso, el local se ha adjudicado a la Asociación Intercultural Europea Go Europe y al Moviment Escolta de Valencia - KIPLING, mientras que el de la calle Floresta lo utilizará lla Asociación para la Proyección e Igualdad Minorías y Colectivos Desfavorecidos (AICO), la Asociación Valenciana de Síndrome de Prader-Willi (AVSPW) y AVALCAB. Por último, el recinto ubicado en la avenida de Tres Cruces será para uso de la Federación Valenciana de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzhéimer (FEVAFA), la Fundación Activa Espina Bífida y la Asociación Valenciana de Padres de Personas con Autismo (APNAV), según han detallado fuentes del consistorio del 'cap i casal'.

Unos locales municipales que hasta ahora estaban cedidos a entidades, sobre todo vecinales y fallas, con un criterio «discrecional» que venía generando agravios comparativos en relación a otras entidades de la ciudad que también demandaban la cesión gratuita de un local público tal como ha defendido siempre la concejala María Oliver.

Ahora, los usos deberán ser compartidos, tal como recordaba la edil de Patrimonio, por lo que nadie tendrá que abandonar los locales municipales. Eso sí, tal como aclaraba Oliver, se deberá justificar que sus ocupantes tienen un proyecto de índole socio-cultural y son entidades sin ánimo de lucro que justiquen que realizan un trabajo de utilidad para el barrio donde se ubique el local y estén dispuestas al uso compartido del mismo.