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Medio ambiente

El agua sucia llega a la Albufera por unas obras inconclusas de 50 millones

Los depósitos de tormenta construidos en la pista de Silla siguen sin estar conectados a la depuradora de Pinedo

El agua sucia llega a la Albufera por unas obras inconclusas de 50 millones

Los caudales de agua cargada de contaminación orgánica y sustancias tóxicas procedentes de la combustión de los vehículos siguen llegando al lago de la Albufera cada vez que caen unas gotas de lluvia debido a la no finalización de las obras de «Reordenación de la infraestructura de la huerta y red de saneamiento del área metropolitana de Valencia», proyectadas por Acuamed y el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, en las que se han «enterrado» literalmente cerca de 50 millones de euros en depósitos subterráneos que hoy por hoy carecen de utilidad.

El director general del Agua de la Generalitat Valenciana, Manuel Aldeguer, ha pedido una reunión urgente con los responsables de la Confederación Hidrográfica del Júcar con objeto de buscar una solución a estas obras, consideradas «clave» para evitar el exceso de nutrientes en la Albufera y propiciar la recuperación de las aguas del lago.

El proyecto de reordenación de la infraestructura hidráulica de la huerta y red de saneamiento del área metropolitana de Valencia fue declarado de Interés General del Estado y «actuación urgente» en 2005, en la ley que modificaba el Plan Hidrológico Nacional.

Las obras estaban diseñadas para evitar que lleguen al lago los caudales extraordinarios que se producen cada vez que hay un episodio de lluvias y que colapsan el Colector Oeste.

En la actualidad, un elevado porcentaje del saneamiento de Silla, Picassent, Alcàsser, Beniparrell, Albal, Catarroja, Massanassa, Paiporta, Picanya, Alfafar, Lloc Nou de la Corona, Sedaví y Benetússer, mantienen todavía una red única en la que se mezclan vertidos residuales y aguas pluviales, utilizando a veces antiguas redes de riego.

Cada vez que llueve, toda esta mezcla, que contiene el «lavado» de la Pista de Silla, calles y polígonos industriales, con una elevada carga de tóxicos, desborda en varios puntos el Colector Oeste y acaba en la Albufera.

El proyecto original derivaba estos caudales punta hacia siete depósitos subterráneos situados en la margen este de la Pista de Silla con 118.000 metros cúbicos de capacidad desde los que una vez finalizado cada episodio de lluvias los caudales contaminados sufrirían una primera depuración antes de ser bombeados paulatinamente hasta la depuradora de Pinedo.

Los depósitos están construidos y las obras de intercepción de los vertidos también. Sin embargo, el proyecto original, valorado en 50 millones de euros, ha sufrido algunos cambios y dificultades en su ejecución que impiden el uso de los depósitos y su interconexión con Pinedo.

El alcalde de Silla, Vicente Zaragozá, descubrió hace tan solo unos días que las obras de canalización de pluviales que pronto se acometerán en su municipio no servirán para aliviar la contaminación de la Albufera. «El depósito donde terminan estos conductos está ahí, terminado, pero no sabíamos que no han entrado todavía en funcionamiento», confesó ayer a Levante-EMV.

En julio de 2014 el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de una resolución de la Confederación Hidrográfica del Júcar, autorizó las expropiaciones para el modificado del proyecto, provocado en parte por la intención del ministerio de Fomento de ampliar la Pista de Silla que obliga a cambiar el trazado de la Acequia de Favara.

El modificado, del que se llegó a adjudicar la dirección de obra, aunque no se ha ejecutado íntegramente, elimina un depósito, sustituido por unas balsas de decantación ya construidas en Silla, y anula también la depuración primaria que se iba a habilitar en cada uno de los depósitos.

Esta previsto que estos tanques de tormenta se activen, cierren o bombeen su contenido al Colector Oeste por telemando, aunque se desconoce por el momento quién tiene que hacerse cargo de los costes de operación.

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