El empresario Antonio Calero, dueño del club de playa de la Marina Real, amplía sus negocios en la ciudad. La empresa Recaba, de la que Calero es el socio mayoritario, ha comprado el edificio ubicado en el número 72 del Paseo Neptuno para reconvertirlo en un hotel «boutique» donde cada habitación tendrá un diseño personalizado y tematizado. El empresario quiere vincular ambos negocios, de modo que los huéspedes del hotel se conviertan en clientes privilegiados del club, que este verano se convirtió en el local de ocio de moda.
El empresario tiene previsto invertir 14 millones de euros en la operación entre la compra del inmueble y la remodelación de este edificio que se reconvertirá en un hotel con 50 habitaciones de tres alturas más ático, una volumetría similar a la que tienen otros hoteles del paseo, como el Neptuno, ubicados en primera línea de playa y con vistas privilegiadas a las Arenas.
Para la remodelación del hotel, el empresario tendrá que solicitar el informe favorable del Ayuntamiento de Valencia. Las relaciones con el consistorio no atraviesan su mejor momento tras la denuncia por exceso de ruido en el club de playa y la orden de cese de la actividad musical en el exterio del club, orden que todavía sigue en vigor. Calero quiere dar al hotel el mismo carácter de exclusividad que el club de playa con precios que rondarán los de un cinco estrellas, como el vecino Balneario de las Arenas. La idea, según se ha publicado, es que el hotel esté funcionando en verano de 2018. Más de 600.000 personas „ muchos turistas pero también famosos, futbolistas, políticos y empresarios„ habían pasado en los meses de verano por el club de playa, según las estimaciones de Calero.
