La Federación de Tiro Arrastre de la Comunitat Valenciana y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) criticaron ayer la limitación propuesta en el Plan de Actuación Territorial de l´Horta (PATH), que deja fuera del ordenamiento los picaderos y cuadras de menos de una hectárea, señalando que no se ajusta a la realidad que se vive en los municipios de la huerta. Así, mientras que los representantes del tiro y arrastre la calificaron de «barbaridad», los agricultores exigieron que la administración ofrezca préstamos para comprar ese espacio mínimo que se exige.

Como publicó ayer Levante-EMV, el PATH establece en su artículo 59 que las instalaciones hípicas de «uso sostenible de la huerta, recreativo, tradicional, deportivo y productivo» situadas en el ámbito de la aplicación de este planteamiento deberán tener una parcela mínima superior a 12 hanegadas „aproximadamente una hectárea„, mientras que la superficie de todas las instalaciones no superará los 500 metros cuadrados. El PATH no permite además que estos espacios estén a menos de 100 metros de las áreas de valor natural ni a menos de 50 metros de elementos patrimoniales, como alquerías, barracas, o azudes de las acequias.

Quienes incumplan la norma no deberán cerrar sus instalaciones pero les será más complicado solicitar licencias o permisos.

«Nos complican la vida»

Desde la Federación de Tiro Arrastre de la Comunitat Valenciana, su presidente, Jesús Máñez, señaló a este diario que «no hay nadie que tenga ahora mismo más de una o dos hanegadas, quizá tan sólo algunos espacio hípico... Es una barbaridad lo que están pidiendo». «Ningún picadero público tiene esas dimensiones», explicaba ayer Máñez, quien añadía: «hoy en día nos están complicando la vida». Y es que según señalaba «ya hay ayuntamientos que no te quieren dar el código REGA „Registro General de Explotaciones Ganaderas„ que necesitamos para poder tener una cuadra porque dicen que están muy cerca del municipio».

Según el presidente de esta entidad, una de las que actualmente hace más uso de los caballos, «nadie va a poder tener ese espacio». Asimismo, ante esta limitación de la futura normativa sacaba pecho sobre esta tradición y apuntaba que «nos parece bien que haya controles en los concursos, y chequeos de veterinarios, desde luego. Pero hoy en día también los caballos tienen una vida más larga, porque tras dos años ya no los quieren para carne y los tenemos nosotros cuidándolos y con sus entrenamientos. De otro modo estarían destinados a carne». «No está al alcance de cualquiera comprar una parcela más grande. Quienes hacen las ley no saben de qué están hablando», concluía.

Por su parte, desde Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), su presidente Cristobal Aguado, recordó que en el campo el uso de los caballos ha quedado más reducido a la crianza y el uso recreativo que a la labranza, y aseguró «que el plan debe salvar al agricultor. Hay mucha prohibición y poco plan de desarrollo. No se trata de que seamos un escaparate. No queremos ser una reserva india. Si quieren eso que vayan al oeste americano».

Afición arraigada

Aguado incidió en la necesidad de que el plan incida en el aspecto productivo de la huerta y señaló que «tanto el caballo como la vaca son costumbres de la huerta que se deben respetar», al tiempo que indicó que si se va a exigir más espacio para tener caballo «las administraciones deben habilitar préstamos» para ayudar a adquirir esas hanegadas de más.

«El amor que hay aquí por los caballos es ancestral», explicaba Cristóbal Aguado, mientras señalaba que esta afición hoy en día se traduce sobre todo en la cría de la raza pura española, para entrenar o pasear. «Somos la tercera zona de España en caballos de pura raza española y aquí se cría. Es una forma de salvar esta raza», destacaba.

Si bien apuntaba al respecto del PATH que el «plan tiene muchas cosas positivas», criticaba Aguado que el camino equivocado es el de las restricciones.

Tal como publicó este diario, algunos ayuntamientos como el de Meliana han alegado que el artículo 59 «contempla una superficie incompatible con la realidad física actual de nuestro municipio y de l´Horta», mientras que el PP de Alboraia ha presentado también varias alegaciones, incluyendo una en la que se pide impulsar «centros de concentración de animales como picaderos y cuadras».