Los bajos niveles de l'Albufera y la perellonà (máximo nivel de inundación del lago) cada vez más corta podrían tener consecuencias negativas económicas para los agricultores que mantienen el cultivo del arroz en el entorno del parque natural.

Los arroceros reciben ayudas de la Unión Europea, a través de los fondos Feader (Fondo europeo agrícola de desarrollo rural) que obligan a los propietarios de los arrozales a «mantener inundados los campos de la zona baja -de nivel de Albufera- durante un período mínimo de tres meses», según recuerda el exalcalde de Silla y denunciante ante la Fiscalía Provincial de Valencia de las continúas bajadas de los niveles habituales del agua en el lago de l'Albufera.

El periodo en el que los arroceros están obligados a mantener los campos inundados para obtener las ayudas europeas se extiende desde de la segunda quincena de octubre, cuando finaliza la siega del arroz, hasta el 15 de enero. Un periodo que se incumple de forma reiterada año tras año con la excusa de que el agua que se precisa para mantener la «perellonà» de l'Albufera se necesita «para el verano», ante la situación continuada de sequía.

Las ayudas convocadas el pasado 17 de agosto por la Conselleria Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural para el arroz con cargo a los fondos Feader ascienden a un total de 507,20 euros por hectárea (?/Ha). El importe asciende hasta los 563,60 ?/Ha para los campos de arroz que se comprometan a utilizar prácticas y métodos de agricultura ecológica. No obstante, los agricultores siempre se quejan de que la conselleria paga con retraso, a veces de años, las subvenciones.

Como adelantó Levante-EMV en su edición del sábado, el lago de l'Albufera sufre uno de los niveles más bajos de los últimos años, precisamente, cuando debería alcanzar la máxima inundación, conocida como perellonà y que se extiende desde mediados de octubre-noviembre hasta enero.

Una carta reclamando agua

La situación es tan alarmante que la Conselleria de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Valencia enviaron la semana pasada una carta, por ahora sin respuesta, a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para reclamar una aportación de agua mínima de 8,1 Hectómetros cúbicos (Hm3) que «permitiría la subida de 30 centímetros del nivel del agua para conseguir una adecuada renovación y nivelación de las aguas».

El bajo nivel del agua del lago también puede tener consecuencias medioambientales catastróficas para el lago porque se favorece la entrada de agua del mar, puede perjudicar a las aves migratorias y la avifauna autóctona, además de aumentar el riesgo de anoxia (falta de oxígeno en el agua) y grandes explosiones de cianobacterias.

Los barqueros de l'Albufera ya están padeciendo problemas para navegar por el lago e incluso alguno ha tenido que ser rescatado al quedarse varado en el barro.

Como ayer adelantó Levante-EMV, el denunciante ante la Fiscalía Provincial de Valencia de los bajos niveles de l'Albufera, el exalcalde de Silla, barquero y pescador, Francesc Baixauli, también reclama al Ministerio Público que actúe para «evitar que sea la Junta de Desagüe de l'Albufera la que solicite caudales a las autoridades competentes, decida la fijación de los niveles de agua del lago a lo largo del ciclo anual y la manipulación de las compuertas y estaciones de bombeo existentes en los canales del Pujol, Perellonet y Perelló».