El mercado del Grao se convertirá en el primer mercado que abra sus puertas por las tardes y que combine el mercado tradicional con una zona de actividades lúdicas, sociales y culturales. Así lo anunció ayer el concejal de Comercio, Carlos Galiana, durante la presentación del proyecto de remodelación de este mercado municipal, el más antiguo de la ciudad y también uno de los más abandonados de los últimos años, circunstancia que ha hecho que en la actualidad apenas queden cuatro puestos abiertos.

Frente la idea de galería Gourmet que propuso el anterior equipo de gobierno del PP, Galiana dijo que el nuevo mercado del Grao, en el que se invertirán 2,4 millones del Plan Confianza de la Generalitat, será un mercado al uso, sin zona de degustación, con la peculiaridad, eso sí, de tener dos zonas diferentes: una de mercado tradicional y otra para actividades y desarrollo social del barrio. La zona de mercado „explicó el concejal„ se compondrá de 24 puestos diseñados según las actividades que van a albergar, con cierres acristalados y climatización. Aunque se asignarán por la vía de la subasta tradicional, los actuales vendedores tendrán preferencia, podrán elegir puestos y seguirán pagando lo mismo que hasta ahora.

Como singularidad, el ayuntamiento quiere que una parte de los puestos se dediquen al producto de proximidad, para lo cual contará con el apoyo del Consell Agrari Municipal. La otra parte será diáfana y servirá para organizar actividades culturales y sociales. Teatro infantil, exposiciones, conferencias o reuniones de las entidades sociales, como las cofradías, tendrán allí un espacio disponible.

Y se completará la oferta con un bar que en caso de demanda pueden ser dos. Galiana explicó que el proyecto podría ponerse en marcha en noviembre de 2017 y durar 18 meses, por lo que en el peor de los casos abriría de nuevo sus puertas en abril de 2019.

Y como las obras son incompatibles con la actividad actual, el ayuntamiento ha ofrecido a los vendedores tres opciones: Distribuirse en otros mercados, recibir una indemnización o instalarse en una carpa en las cercanías, opción ésta que parece la elegida, dijo el concejal. Para llegar a este proyecto ha sido necesario hacer hasta tres borradores e ir adaptándolos a las exigencias de Sanidad y movilidad, pues será un espacio accesible. Pero al final, «es un buen proyecto, muy ilusionante y servirá para dinamizar la economía del barrio», asegura Galiana.