La Concejalía de Desarrollo Urbano y la de Devesa Albufera, dirigidas por el socialista Vicent Sarrià y Sergi Campillo, de Compromís, estudian fórmulas para resolver la situación urbanística del hotel Sidi, cuyos dueños acaban de solicitar la concesión por 60 años del edificio, ahora de titularidad estatal tras quedar incluido en 2007 dentro de la línea de dominio marítimo-terrestre. Esta solicitud, que revaloriza el hotel „cerrado desde 2011„ de cara a una posible venta de la concesión y reapertura, está en fase de alegaciones y tendrá que ser informada por ambos servicios municipales. Urbanismo ya anuncia que no dará licencia de intervención al hotel y su informe se prevé desfavorable. El ayuntamiento ve una temeridad que el Ministerio de Medio Ambiente apruebe esta concesión en zona marítimo terrestre y en un parque natural porque abre la puerta a miles de peticiones similares.

El Govern de la Nau, en línea con las actuaciones que se están llevando a cabo para recuperar las edificaciones y espacios de uso privativo del parque natural, baraja ofrecer a los dueños del hotel la posiblidad de trasladarlo a suelo urbano vía permuta y tras una tasación de la parcela ajustada a su actual situación urbanística de fuera de ordenación. Esta oferta está en línea con la moción que en la anterior legislatura presentó el ahora concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, a la comisión de Medio Ambiente y que fue apoyada a su vez por Compromís.

En dicha moción de diciembre de 2013, el PSPV abogó por priorizar la preservación del parque natural y por la desaparición del Sidi Saler. Sarrià consideró entonces que su inclusión en la línea de dominio público marítimo-terrestre es una oportunidad para facilitar las actuaciones para recuperar sus terrenos para el Parque Natural de la Albufera.

Los socialistas defendieron entonces el desmantelamiento, de una manera programada en el tiempo, de todas las edificaciones que como el hotel Sidi, se encuentran fuera de ordenación recuperando así el «esplendor» del parque natural y olvidar las actuaciones urbanísticas de la etapa franquista, entre ellas el citado hotel.

El PGOU de 1989 dejó fuera de ordenación el hotel rebajando su edificabilidad a dos alturas. El deslinde de 2007, que también afecta a las instalaciones del Parador del Saler y a urbanizaciones residenciales como la Casbah, dio la puntilla definitiva al hotel condenándolo al derribo.

En la moción de Sarrià, apoyada por Compromís, se alude al antecedente de la fábrica Plexi, también incluida en la línea marítimo-terrestre, que fue expropiada por el Ministerio de Medio Ambiente en 2005 por 2,7 millones de euros ante las «expectativas urbanísticas» que se habían generado sobre este antiguo enclave industrial, en su día comprado por la promotora Llanera.