La muerte de Barberá ha pillado a todos en la hora del despertar. Levante-EMV ha querido recabar las emociones que su desaparición generaba ayer, en una mañana llena de declaraciones entre viscerales y serenas. De ahí que, por ejemplo, el actor y director de escena Antonio López-Guitián, Tonino, dijera que era pronto para opinar. «En las reacciones multitudinarias ha habido falta de respeto, y por otro lado, es una mujer que siempre ha superado a su persona. Es normal que todo el mundo tenga una opinión de ella hasta distorsionada, porque era tan personaje como ella se creó». Para Tonino, es una paradoja. «Los de su partido la han dejado muy sola y la gente la votaba porque caía bien, y era una baza». El periodista, que estrenó en el Teatro del Barrio de Madrid la obra La doña, dice que intentó hacer sátira sobre ella humanizándola. «Ha sido una de esas personas que se quedan solas en el poder», añadió.
Para el diputado del PSPV, Fernando Delgado, sobraba decir que sentía su muerte, «sobre todo en circunstancias tan delicadas para ella. Hay mucha diferencia entre la Rita que conocí en sus primeros años de alcaldesa y la que pude conocer al final. Fuera cual fuera la evolución de su carácter, es una figura significativa en la historia de Valencia. Hay que ser delicados, todos tenemos una cara buena y una mala, y circunstancias diferentes». Y añadía: «No voy a hacer elogio, porque para mí no lo merece, pero tampoco habría que escatimar méritos que pudiera tener en una trayectoria tan larga».
Angelets al cel, decía el actor Xavi Castillo. Sin conocer a la persona, no tenía «condolencia especial, pero la opinión sobre alguien no puede cambiar de un día a otro», decía, más preocupado por que ahora la investigación sobre el blanqueo quede diluida. «Es como cuando murió Fraga y se le llamó un gran demócrata. Se podría morir mañana Jorge Fernández Díaz y me pasaría lo mismo». Castillo, autor del video The End, y que preparaba otro titulado Rita Suprem, sobre las declaraciones de Barberá en el Supremo, señala que él siempre hacía sátira del personaje político, si bien, añadía, que fue «una mujer capaz de hacer tururú a las familias de las víctimas del accidente del metro».
