Un sector poderoso del Partido Popular quiere que se revise la línea roja a los imputados en casos de corrupción. Es la reacción a la abrupta muerte de Rita Barberá, apartada de la formación a la que perteneció durante 40 años a causa de la investigación del caso Taula. El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, afirmó ayer que «sería bueno» un acuerdo entre los partidos sobre cómo tratar a aquellos cargos que son «investigados», sin modificar «por ahora» el pacto de Gobierno con Ciudadanos, que obliga a cesar a un cargo investigado.

La idea no gusta en la dirección del partido de Albert Rivera. El vicesecretario general de C’s, José María Villegas, adirtió ayer al PP de que si decide incumplir el acuerdo que firmaron para la investidura de Mariano Rajoy, en cualquiera de sus puntos, incluida en materia anticorrupción, se dará por roto el pacto y tendrá repercusión política.

Villegas confirmó que Ciudadanos no va a «revisar» en ningún caso su criterio en la lucha contra la corrupción política y mantendrá su exigencia de que cualquier dirigente que sea imputado deberá abandonar su cargo público.

«Donde Ciudadanos es decisivo para formar Gobierno, los imputados tienen que abandonar su cargo público», insistió.

No es la posición dominante en una parte importante de la cúpula popular, que considera que se maltrató a Rita Barberá por la presión ante las investigaciones por corrupción.

«Ampararla» y no la baja

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, denunció ayer el «acoso» mediático a la senadora, y también reconoció que su partido se pudo equivocar cuando le planteó que se diera de baja, y así, dijo en TVE: «Quizá deberíamos haberla amparado».

El propio portavoz del Gobierno incidió en la necesidad de una reflexión: «El debate está en la sociedad y este hecho triste y doloroso —en referencia a la muerte de Barberá— nos debe hacer reflexionar sobre estas cosas. A la hora de ponerlo en práctica, tenemos que hablar con todo el mundo y sería bueno que todos los partidos se pongan de acuerdo», explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Méndez de Vigo quiso evitar todo peligro sobre la relación con Ciudadanos, porque «los acuerdos están para cumplirse», dijo, pero «sería bueno que entre todos los partidos se tome una posición común», destacó.

«No significa nada más que eso. Es una reflexión que todos debemos hacer y que hacen las personas inteligentes: reflexionar ante los acontecimientos», añadió el ministro de Educación.

No obstante, y ante los primeros nervios mostrados en la formación de Rivera, fuentes de la Moncloa señalaron que el Gobierno «no va a presentar ninguna propuesta» para revisar el documento firmado entre el PP y C's.

En busca del equilibrio

Méndez de Vigo remarcó que sucesos como el de Barberá «obligan a la necesidad de conjugar una demanda con la presunción de inocencia» para que haya un «equilibrio» que no perjudique al investigado, tras recordar que ha habido bastantes casos en los que una querella ha acabado archivándose. A su juicio, se trata de «un debate que está en la sociedad» y que los partidos también deberían abordar. El portavoz del Gobierno recordó que el PP siempre ha abogado por este «equilibrio» y por esperar al juicio oral antes de cualquier medida.