Después de dos décadas de gobierno del PP, en las que el modelo económico se ha dirigido básicamente a los grandes eventos de una manera muy «personalista», el área de Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Valencia se ha propuesto impulsar la búsqueda de un futuro modelo económico para la ciudad que sea «consensuado» por todos los gentes sociales y que tenga vocación de continuidad más allá de esta legislatura o posibles cambios de gobierno. Mañana, día 30, pues, se celebrará una primera jornada de trabajo que continuará el año que viene con numerosas actividades y un congreso del cual saldrá el documento base.

En las últimas tres décadas, dominadas en su práctica totalidad por el gobierno del PP, no ha existido un plan de trabajo escrito y consesuado. El concejal de Unión Valenciana, Társilo Piles, presentó algo parecido en el año 1995 bajo el título «Plan Estratégico de la Ciudad», pero el equipo de Gobierno que presidía Rita Barberá lo dio por finiquitado en 1998 con la disolución de la empresa mixta Provalencia, creada para su puesta en marcha.

Luego, vino la candidatura de la Copa del America y se precipitaron las cosas. La gran competición de vela dio paso a la Fórmula 1, la Visita del Papa y otros proyectos que la crisis frustró. «Se trataba de disfrazar Valencia para luego venderla», ha declarado Sandra Gómez, titular de Economía del Ayuntamiento de Valencia, que recuerda, además, que eran proyectos «personalistas» que luego acabaron en los tribunales por problemas de sobrecostes corrupción.

Cambio de rumbo

Se hacía necesario, por tanto, un nuevo «relato» de la ciudad, un proyecto a más largo plazo y del que participen todos los agentes sociales, liderados, eso si, por el Ayuntamiento de Valencia con la colaboración de la Universitat.

El primer episodio en ese proceso tendrá lugar precisamente mañana, día 30 de noviembre, con la celebración de las jornadas «Claves de la Economía Valenciana. Hacia una ciudad mediterránea sostenible», una jornada para reflexionar, analizar y hacer propuestas que serán aumentadas y desarrolladas en un congreso posterior que bajo el título «Valencia y su economía: un modelo sostenible es posible» elaborará un documento final, base de esa nueva estrategia económica para la ciudad.

Líneas de trabajo

Para Sandra Gómez, en estas primeras jornadas será muy importante conocer los recursos de los que disponemos (puerto, huerta, infraestructura); estudiar las redes internas y externas que faciliten la economía colaborativa frente a la concepción más individualista de la economía; y la capacidad de innovación.

Y en el congreso de 2017 habrá que analizar el contexto y hacer un atlas con los recursos de la ciudad. Su idea es hacer también un trabajo pormenorizado de los barrios con la colaboración de las asociaciones de vecinos. «Y todo debe acabar con un pacto social sobre los ejes productivos de la ciudad», que será hacia dónde se dirija la economía de los próximos años, dijo Sandra Gómez.

De salida, la concejala de Desarrollo Sostenible pone por delante el turismo, comercio, agricultura, economía cultural y lo que denominó «empleo azul», que es todo lo que tiene que ver con la explotación del litoral. «Somos una economía urbana donde el sector industrial pierde mucho peso, pero tenemos una franja marítima impresionante con mucho futuro», precisó Sandra Gómez.

En definitiva, «queremos hacer un documento que sirva como referente para futuros gobiernos, que no venga el alcalde o la alcaldesa de turno y lo cambie todo y que si ocurre eso, los agentes sociales puedan exigirle una dirección y hacerle rectificar». «Los gobiernos son efímeros, pero la ciudad perdura y es de todos», dijo Sandra Gómez, que considera muy importante implicar en este proceso a la Universitat de Valencia por su poder multidisciplinar. Su idea es que todo esté elaborado y en funcionamiento dentro de esta legislatura.