Xirivella está ya en pie de guerra. La ampliación y reforma de la V-30 que ha planteado el Ministerio de Fomento en un anteproyecto ha puesto en contra tanto al comercio de la zona como a las asociaciones de vecinos. Las entidades han comenzado a movilizarse y anuncian que tomarán «todas las medidas que sea posible» para que esa obra no se ejecute. Todo el plan comporta una inversión cercana a los 150 millones de euros y actualmente está en fase de alegaciones.

La principal repercusión para Xirivella, como ya publicó este diario, es el cierre de la entrada desde la V-30 al casco urbano por la plaza de España. La reordenación del tráfico que comportaría supone desviar las líneas de autobuses y, por tanto, aumentar en otros 15 minutos el trayecto, para un servicio que ya es deficiente y recibe numerosas quejas.

Así lo ha calculado la Federació d'Associacions Veïnals de Xirivella. Su presidente José Luis Sanz explica que las entidades están «claramente en contra del anteproyecto». «Pedimos que se retire y que sea sustituido por un plan integral de movilidad que, de verdad, sirva para solucionar los problemas de la V-30, que no se solventan aumentando el número de carriles». Para Sanz, el cierre del acceso por la plaza de España sería «gravísimo» porque se producirá un colapso por la entrada de Virgen de los Desamparados, que tendrá repercusiones muy negativas en el transporte público. «Vamos a emprender todos tipo de acciones para evitarlo», dice.

Si las líneas de autobuses tienen que desviarse para buscar la salida que quedaría libre, el flujo de viandantes en el Camí Nou disminuirá «drásticamente», como teme el comercio de la zona, que es la principal arteria de negocio de la población desde el inicio hasta el final . «Nos van a dejar aislados», manifiestan los establecimientos del barrio. Por su parte, la presidenta de la asociación de comerciantes, Nieves Clemente, ve «altamente perjudicial» el proyecto y asegura que existe «gran malestar en el comercio del Camí Nou y en la población, en general».

Baldoví pide coordinación

Compromís per Xirivella reunió el jueves por la noche a un centenar de personas, entre representantes de las principales entidades de la ciudad, y otros cargos públicos de la coalición en la comarca, para analizar las repercusiones del proyecto. Al acto asistieron el diputado en el Congreso Joan Baldoví, el diputado autonómico Juan Ponce y la secretaria de Organización de Mislata, Silvia Maiques, que es arquitecta. Coordinó el acto el portavoz municipal Ricard Barberà, que asumirá la alcaldía en el mes de junio de 2017, en base al pacto de gobierno que estableció en 2015 el tripartito. Baldoví se comprometió a hacer presión parlamentaria para frenar el proyecto y comenzó a diseñar una hoja de ruta.