Las obras de consolidación urgente del Tinglado 2 de la marina real que arrancaron el 22 de noviembre camuflarán detrás de unas lonas de diseño los desperfectos estructurales del antiguo almacén portuario al tiempo que evitarán la presencia de palomas en el interior de la cubierta.

Los responsables de este lavado de cara provisional, al que se han destinado 42.000 euros, son los arquitectos Andrea Gimeno y Xevi Lluch (Rellam Arquitectura), uno de cuyos trabajos sobre el urbanismo valenciano inacabado se ha expuesto en la prestigiosa Bienal de Arquitectura de Venecia. A falta de que llegue la inversión de 600.000 euros necesaria para la rehabilitación integral del edificio, el Consorcio ha optado por tapar los desperfectos y evitar la mala imagen que da la degradación de este edificio modernista protegido. La idea es reparar lo más necesario y volver a abrirlo con seguridad al ciudadano en enero. El proyecto de rehabilitación del Tinglado 2 elaborado en 2015 por Carlos Sánchez y Salvador Lara (Arkítera) ya advertía de la degradación avanzada del edificio y de la necesidad urgente de intervenir.