Nadie sabe a ciencia cierta cuántas personas caben en la plaza del ayuntamiento. Pero lo que parece claro es que en la fiesta de Nochevieja hubo bastante más gente que el año pasado, el del estreno. Además, es difícil de mensurar porque no es una fiesta estable con principio y final: el asistente podía quedarse todo el tiempo o estar de forma transitoria. Al final, la cifra que se ha estimado como válida en la segunda edición del Año Nuevo en la plaza es de 30.000 personas. Pero más que la cifra, lo que importa es la sensación de haber acertado con el formato. Casi tres horas de fiesta, antes y después de las campanadas, para pasar un buen rato antes de continuar el desenfreno por otros lugares.

Como quiera que no hubo incidentes reseñables, que no se escuchó el estallido de botellas de vidrio en el suelo y que la gente acudió a lo que debía hacer, a pasarlo bien con los DJs, el concejal de cultura festiva Pere Fuset reconoció estar «muy satisfecho porque la fórmula ha funcionado. Hemos dado una imagen de modernidad a la ciudad y el año que viene procuraremos mejorar la oferta. Sobre todo, porque la plaza estaba llena y necesitaremos, por ejemplo, más sonido». Uno de los aspectos que destacó el edil fue «la presencia de turistas, lo cual es una buena noticia: quiere decir que hay gente que se siente atraída. Y además, la fiesta fue tranquila, algo a lo que ayudaron mucho los asistentes y el gran trabajo de las fuerzas de seguridad». Y en un consistorio donde se mira mucho las redes sociales, satisfacía especialmente el éxito de éstas y el hecho de que algunas de ellas fueran realizadas por personas con cierto peso en las redes, como la fotógrafa rusa Aleksandra Belyakova, con datos que se ponen en valor». El propio vídeo casero de Fuset tuvo más de 82.000 reproducciones y se alcanzó la condición de «Trending Topic».

Y eso, a pesar de no ser una plaza fácil: sí que es amplia, pero la presencia de numerosos árboles no permite una visión diáfana de, por ejemplo, los efectos de luz. Pero es la plaza que tiene la ciudad y eso no se puede cambiar.

El día 5, más fuegos

Otro de los elementos con los que se marcó la diferencia fueron los fuegos artificiales que, este año sí, saludaron a los sones de la marcha Radetzki. El edil aseguró que «ha sido una batalla por la que hemos luchado en los últimos tiempos y ahora que ya lo hemos conseguido y que hemos demostrado las bondades del mismo, queremos utilizarlo en otros festejos». De hecho, la Cabalgata de Reyes dispondrá también de un disparo en su momento culminante.

La forma de afrontar los festejos navideños por parte del nuevo ayuntamiento iba a ser algo especialmente vigilado. Sobre todo, por el incontestable matiz religioso de los mismos. El edil se muestra complacido. «Creo que estamos demostrando que queríamos hacer de la Navidad una apuesta. Lo hemos hecho con el engalanamiento a base de luces, la colaboración con los comerciantes del Centro Histórico, el belén en el salón de cristal, Expojove, los conciertos de villancicos... y nos queda la Cabalgata de Reyes, que va a sorprender a muchos».

El Servicio de Emergencias Sanitarias de la Conselleria de Sanidad atendió durante Nochevieja un total de 318 incidentes, de los cuales 143 han sido intoxicaciones etílicas, 39 agresiones o peleas y 12 accidentes de tráfico. De ellos, en la provincia de Valencia hubo un total de 147, incluyendo 64 intoxicaciones, así como 18 peleas y siete accidentes de tráfico, todos ellos menores.

La ciudad amaneció ayer «reconstruida» tras una noche de excesos, que se desarrollaron,en líneas generales, de forma tranquila, incluyendo los puntos neurálgicos, como el Veles e Vents, donde a numerosos asistentes a su fiesta se les hizo de día.