El concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, pidió ayer disculpas «por si di mal ejemplo» cuando subió a la redes sociales un vídeo en el que circulaba por el carril bici y grababa con su móvil al mismo tiempo. El regidor de Compromís dijo que si cometió alguna infracción «que se me sancione», y suscribió todas las palabras del alcalde Joan Ribó, que se aseguró que su edil deberá asumir las consecuencias «como cualquier ciudadano» si se demuestra que no respetó la ordenanza municipal de tráfico, lo que se podría traducir en una multa.

Preguntado en rueda de prensa sobre si tenía pensado dimitir, Giuseppe Grezzi contestó con otra pregunta: «¿Dimitir? ¿Quién ha pedido mi dimisión? Creo que la ha pedido un regidor imputado por corrupción, con eso está todo dicho», aseguró el concejal de Movilidad Sostenible en referencia a Alberto Mendoza, uno de los nueve representantes del PP investigados en el caso Taula por blanqueo de capitales.

Grezzi quiso hacer además otra reflexión: «Esto viene (la denuncia sobre su presunta infracción de tráfico) de la extrema derecha, que le interesa que en Valencia se hable de otra cosa, pero ellos ya no mandan en esta ciudad, así que no vamos a alimentar más este asunto».

Procedimiento Sancionador del Ayuntamiento de Valencia investiga ahora si Grezzi cometió una infracción de tráfico y si debe ser multado por ello, tras una denuncia presentada por el asesor del PP Luis Salom, también investigado en el marco de la operación Taula.

El PP pide que se «autodenuncie»

Alberto Mendoza, por su parte, no rebajó sus exigencias, y volvió a pedir a Ribó que aparte a Grezzi de sus funciones. El concejal del grupo popular cargó contra el edil de Compromís y dijo que si fuera «tan honesto como se pinta, tendría que haber hecho un 'Montero' y haberse denunciado a sí mismo ante la Policía Local».

«Sus declaraciones son siempre insustanciales y cuando dice cosas como que la extrema derecha ya no gobierna en esta ciudad, lo único que consigue es provocar hilaridad», criticó Mendoza, que añadió que Giuseppe Grezzi muestra «una vez más» que «le ciega la soberbia y sigue ofreciendo su cara más sectaria y dogmática». «Es un hombre anclado a sus prejuicios y no tiene más discurso que el resentimiento», dijo. «Grezzi se ha convertido en el chico de los recados de Ribó, al que sirve como altavoz de su sectarismo ideológico», sentenció.