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Medidas

'Parkings' más caros y menos semáforos en la ciudad

Zaragoza, Vitoria y Amsterdam apuestan por medidas drásticas y participación para superar la resistencia inicial

'Parkings' más caros y menos semáforos en la ciudad

Los expertos en movilidad sostenible y ciudades inteligentes que participan desde ayer en la I Semana de la Innovación Urbana que se celebra en Valencia expusieron ayer los pros y contras de las políticas de restricción del coche privado y fomento de medios de transporte limpios. La ingeniera y urbanista, Cornelia Dinca, responsable de la consultora de cabecera del Ayuntamiento de Amsterdam en materia de transporte sostenible aseguró que en la capital de la bicicleta el problema ahora son las bicis. «Hay demasiadas» y están empezando a congestionar esta ciudad holandesa, donde el 40% de los desplazamientos se hacen con este medio de locomoción, que sigue al alza sobre todo en versión eléctrica.

Dinca asegura que la movilidad sostenible «tiene muchos retos» si bien defendió las medidas drásticas a la hora de desarrollarla, pese a la resistencia inicial que genera. Los cambios en los modelos de movilidad de las ciudades benefician al comercio, suelen aumentar el número de turistas y reducen los accidentes y la contaminación, sin embargo algunos efectos pueden tardar décadas en verse. Los centros históricos peatonales atraen más visitantes, sin embargo, no siempre esto agrada a los residentes. En Amsterdam el turismo ha aumentado un 50% en las últimas décadas. Dicen que es la «nueva Barcelona», afirmó Dinca en alusión a la masificación del turismo en esta ciudad, muy similar en tamaño del núcleo urbano y el área metropolitana a Valencia, donde están experimentando con rutas para sacar a los turistas ciclistas de las calles de más tráfico.

Preguntada por los consejos que daría a los gestores del «cap i casal» la experta abogó por subir el precio de los aparcamientos „en la ciudad de los canales la hora de estacionamiento no baja de los cinco euros„, por la rotación forzosa, así como por reducir el límite de velocidad en toda la ciudad a 30-50 kilómetros hora, si bien para ello matizó que se deberían rediseñar las calles y avenidas. «En Valencia hay calles con cuatro carriles para los coches por sentido y esto impide que se cumplan los límites de velocidad».

Dentro del desarrollo de las ciudades inteligentes, Amsterdam o Vitoria exploran iniciativas innovadoras, como la eliminación progresiva de los semáforos. «Los semáforos congestionan», destacó Cornelia Dinca, quien aseguró que en Amsterdam en los cruces con poco tráfico se ha comprobado que la eliminación de semáforos «favorece la fluidez». «Nos estamos deshaciendo de los semáforos», incidió. Otra medida para los centros históricos son los vehículos de reparto eléctricos compartidos, incluso la vuelta al uso de la carretilla, explicó en las jornadas un técnico del Ayuntamiento de Vitoria.

Las acciones de movilidad sostenible como ampliar el carril-bici y las peatonalizaciones deben hacerse desde la participación y buscando compensaciones como consultar al ciudadano en qué reinvertir el aumento de los ingresos de los aparcamientos, apuntaron los expertos. Con todo, las políticas de movilidad sostenible generan rechazo y en ciudades como Zaragoza o Valencia se han convertido en arma arrojadiza entre los partidos que gobiernan y la oposición. El alcalde, Joan Ribó, abogó ayer durante la inauguración de las jornadas por innovar primero para las personas antes que para el negocio».

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