El ayuntamiento reactiva la urbanización del Grao tras cinco años en vía muerta», es el título de la documentada información de Hortensia García (Levante-EMV 27/12/2016), en la que se señala que el gobierno municipal retoma el proyecto de urbanización del Plan de Actuación Integrada (PAI) del Grao y, a través de Aumsa, se renueva el encargo al arquitecto José María Tomás, a quien se le había adjudicado en 2011 junto con la consultora Typsa.

Como en la noticia se dice que el proceso se retoma con la intención de aprobar el proyecto (trazado viario y distribución de plazas, jardines y servicios) en el año próximo, cabe formular, desde la ciudadanía, tres preguntas clave dirigidas a los responsables políticos y técnicos del tema: El alcalde Joan Ribó, el concejal de Urbanismo, Vicente Sarriá, y el propio Pepe Tomás. Lo hago a la luz de las sugerentes declaraciones del último en una reciente entrevista: El frente marítimo, conexión de la ciudad con el mar, es un espacio público complejo a escala monumental, que debería entenderse como una gran unidad, formando parte de un gran eje con el cauce y la playa.

El Jardín del Turia le da a Valencia escala de gran ciudad y el mar le da escala universal (?). Las ciudades han competido en épocas anteriores por el comercio, la armada o edificios icónicos. Ahora y en el futuro, la competencia se va a dar entre quienes sean más capaces de atraer talento, tecnología y tolerancia (?). Tenemos una oportunidad, y si no estamos en las tomas de decisión, las decisiones las tomarán por nosotros. La palabra la tienen los ciudadanos.

Y las preguntas son:

1.- ¿Acaso la crisis no ha lanzado señales inequívocas de que un proyecto con la desmesura del PAI del Grao (400.000 m2 de techo edificable), atado a la fantasía especulativa del Circuito Urbano de F1„con un trazado lógico para el evento pero absurdo desde el punto de vista urbanístico„, es no sólo insostenible sino inviable; y que, por lo tanto, lo que corresponde no es retomar, sino revisar integralmente dicho plan, incluyendo las conexiones con el centro histórico y el área metropolitana, los rascacielos y el delta verde diseñado por GMP y Jean Nouvel-José María Tomás?

2.- ¿Acaso la pertinencia de dicha revisión no se ve reforzada por el ensimismamiento del Plan Especial de la Marina, redactado por el arquitecto José María Lozano y aprobado en febrero de 2015; por el autismo de la Delimitación de Espacios y Usos del Puerto; por el penoso ninguneo de la administración central en relación con las infraestructuras ferroviarias metropolitanas, y por el desplatado voluntarismo municipal de la Estrategia Integral de Natzaret?

3.- ¿Acaso la revisión del PAI del Grao puede ignorar la potente conexión del Jardín del Turia con la Marina y playas del norte y los bulevares en las márgenes del cauce histórico, dibujados por Ricardo Bofill en 1982 y recogidos como Sistema General en el PGOU de 1988; el vertebrador eje peatonal desde el Cuc de Llum hasta la calle Juan Verdeguer (al lado de las Naves), señalado en la movilización ciudadana en 2014 que abrió informalmente el Cuc (con apertura oficial anunciada para 2017); o los usos públicos de los tinglados, la antigua estación marítima y algunos de los contenedores de la Copa América, propuestos por la Plataforma El Litoral per al Poble y otros colectivos?

Se trata de una oportunidad histórica para coser la ciudad con su frente marítimo, su puerto, playas y barrios, de forma innovadora y atrayente de talento, tecnología, tolerancia y solidaridad. Son voces técnicas y ciudadanas a tener en cuenta señores Ribó, Sarriá y Tomás.