La asociación Ca la Mare de Catarroja gestionó ayer con el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, que anoche permanecieran abiertas dos parroquias de Valencia y un centro de Cáritas para acoger a personas sin hogar ante la dura ola de frío que afecta a la ciudad. Fueron las iglesias de San Juan de Ribera, en la avenida del Puerto; la parroquia de San Lorenzo, ubicada en la plaza de mismo nombre, y el local de Cáritas en la calle Cisneros.

Mientras, el dispositivo de la Policía Local de Valencia, Protección Civil, Cruz Roja y el Servicio de Atención de Urgencias Sociales del Ayuntamiento atendió en la noche del miércoles al jueves, la segunda en la que se registró un importante descenso térmico, a un total de 38 personas sin hogar.

En total, una veintena de personas durmieron en la estación de metro de Túria, abierta por Ferrocarrils de la Generalitat en colaboración con el ayuntamiento. Anoche se mantuvo abierta.