Una parte esencial del programa para diagnosticar la calidad del aire en los entornos escolares es el proyecto Colecamins, del que forman parte cinco colegios de Patraix-Tres Forques y que engloba en total a once centros. Los padres y madres de alumnos ya lograron el año pasado que el Ayuntamiento de Valencia destine 250.000 euros para un anillo de viandantes que conectará de forma segura a todos estos centros.

Ahora, se han involucrado plenamente en el programa para medir la calidad del aire, con el acuerdo de colaboración con la asociación Mesura. «Necesitamos saber qué respiran nuestros niños», explica Marcos Pastor, que además forma parte del AMPA del Ciutat de Bolònia y de la Asociación Vecinal y Cultural Tres Forques. «Esto es un proyecto global para mejorar el entorno de los niños y del barrio, y hablamos de urbanismo, medio ambiente, la sociedad? Este estudio nos dará datos muy importantes», asegura.

Su compañero en Colecamins, Francesc Arechavala, explica que quieren saber «cómo afecta el tráfico en los entornos escolares». «Queremos tener datos de las emisiones de los vehículos para proponer soluciones de movilidad», afirma, ya que en colegios como el López Rosat soportan el paso de hasta 20.000 vehículos diarios.