La Universidad Europea se mantiene firme en su objetivo de unificar sus instalaciones en Valencia. «No hay vuelta ni marcha atrás», insistían ayer al trascender las reticencias de València en Comú al proyecto. «Nuestro objetivo es claro, y es que necesitamos un espacio definido y único para ofrecer instalaciones con la máxima calidad a nuestros estudiantes», manifestaban fuentes de la Universidad Europea. «Nosotros estamos dispuestos a hablar con todos los agentes implicados porque es prioritario crecer y dar respuesta a nuestra necesidad de un nuevo campus», incidían. «Vamos a seguir trabajando para acabar con la actual dispersión y apostar por la unificación de servicios», señalaban sin querer entrar a valorar el bloqueo de VLC.

Desde la UEV se aseguraba ayer que de no cuajar la operación en el Cabanyal, se contemplan «diferentes opciones» sin concretar qué otros espacios se han buscado en la ciudad. Lo cierto es que desde un principio sus responsables han apostado siempre por un emplazamiento cerca del mar para reforzar su atractivo internacional, ya que el 40 % de sus 2.200 alumnos son extranjeros. La UEV, una de las más de 70 universidades que tiene repartidas por 25 países el grupo Laureate International Universities, proyecta un campus «con entre 12.000 y 14.000 metros cuadrados de techo que pueda albergar a más de 5.000 estudiantes», tal como avanzaba en su día el rector Juan Morote.

Como ya desveló Levante-EMV el pasado mes de diciembre, la UEV ya lleva varios meses negociando el emplazamiento de su futura sede y ante la dificultad de encontrar una parcela de 5.000 m2 con la edificabilidad que pretende, bajara no solo solares, sino también edificios nuevos que nunca llegaron a ser ocupados por culpa de la crisis. Morote tampoco descartaba entonces adquirir un edificio antiguo para su rehabilitación y reconversión en universidad. Ayer, desde la UEV no se quiso ahondar en las otras posibilidades que se barajan. «Es mejor apostar por la discreción, porque como se ha visto ahora, todo esto tiene siempre mucho impacto», argumentaban.

El objetivo era cerrar la operación urbanística antes de marzo para contar con un único campus integrado y que ahora se encuentra disperso entre el Edificio Europa de la avenida de Aragón, la antigua discoteca Distrito 10 de la calle General Elio y otras plantas bajas y entresuelos próximos.

El grupo municipal de Ciudadanos mostró ayer su extrañeza por el bloqueo de València en Comú a un proyecto que supone una inversión para el Cabanyal. «Queremos saber si las opiniones de María Oliver sobre el Cabanyal se han debatido con el PSOE , en concreto, si lo han hablado con la concejalía de Urbanismo, la de Promoción Económica y la de Hacienda así como con la sociedad Plan Cabanyal», manifestaba su portavoz Fernando Giner. «Además, le preguntamos a María Oliver en nombre de quién habla cuando se pronuncia sobre una inversión. ¿Lo hace a título personal o en nombre del tripartito?», incidía Giner.