El Ayuntamiento de Valencia ha cerrado el año con una ejecución presupuestaria, en lo que a inversiones se refiere, del 66%, un porcentaje ligeramente superior al de ejercicios anteriores con gobiernos del PP. Así lo ha adelantado esta mañana el alcalde de Valencia, Joan Ribó, que ha destacado además el elevado montante del dinero invertido, muy superior a los últimos presupuestos.

Estos resultados, que considera positivos, no han sido mejores por dos circunstancias principalmente: la inclusión por primera vez de unos presupuestos participativos, que retrasaron su ejecución, y la falta de personal en algunos servicios, donde se producen «cuellos de botella».

Ribó, que ha estado acompañado del concejal de Hacienda, Ramón Vilar, también ha insistido en que el consistorio cumple todo los parámetros de deuda, pago a proveedores y regla de gasto que marca la ley, por lo que hará «una campaña muy fuerte» ante el Ministerio de Hacienda para que los saque de ese «corsé».