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La goleta María Daria

La primera gran sede del Real Club Náutico

El barco es adquirido en julio de 1906 por un precio de 15.000 pesetas. Fue anclado frente a la escalera Real del Puerto y era un verdadero palacio flotante

La primera gran sede del Real Club Náutico

­ El origen del actual Real Club Náutico de Valencia data de 1903, cuando un industrial del guano, Tomás Rees, junto con otros amigos con una inquietud común, deciden crear lo que se denominaría Club de Regatas. Durante todo 1903 fueron perfilando esta nueva Sociedad y crearon en junio su primer estatuto. En octubre aprobaron la cuota de entrada para nuevos socios en 10 pesetas y una cuota al mes de 3 pesetas y, por fin, a finales de mes se celebra la primera gran Junta en los salones del Círculo de Bellas Artes, de la que sale la primera directiva provisional. Esta fue su composición: Presidente, Manuel Perera; Vicepresidente, Federico Bruce; Secretario,Felicísimo Llorente; Vicesecretario, Tomás Rees; Vocales, Carlos Talavera, Antonio Tono, Marino Torija, Sixto Nogués, Edmundo Bentel, Jose Gómez, Tomas Winstanley, Eduardo Romaní, Vicente Miquel y Santiago Verdeguer.

En diciembre de 1903 queda constituida la Sociedad Club de Regatas de forma oficial, quedando su directiva completada de la siguiente forma: Presidente, Vicente Puchol Sarthou; Vicepresidente Primero, Manuel Perera; Vicepresidente Segundo, Tomás Wistanley; Secretario Primero, Felicísimo Llorente; Secretario Segundo, Eduardo Romaní; Tesorero Contador, Luis Oliag; Comodoro, Alejandro McAndrew; Capitán, Federico Bonce; Vocales, Diego León, Joaquín Zuriaga, Jose María Fuster, Fernando Núñez, José Camaña,William Shaw, José Barberá y Vicente Miquel.

En junio de 1904 el Club de Regatas adquiere una embarcación donde se instalarían las dependencias propias de la sociedad. Era un falucho de vela latina y éste servía para que sus socios tuvieran un lugar donde reunirse junto a sus embarcaciones. Ya en esa época eran de propiedad del Club varias embarcaciones a remo que eran utilizadas por sus socios.

Pero esto tan solo era el preludio de la primera gran sede. En noviembre de 1905 el bergantín goleta María Daria, que había cargado sal en Torrevieja y que se dirigía a Galicia fue echado por un golpe de mar, en el Cabo de San Antonio, hacía las rocas acabando estrellándose contra éstas. El vapor Junio asistió al María Daria y tras dos duras horas de maniobras, lo remolcó hasta el puerto de Valencia, donde fue amarrado frente al Restaurante Miramar. El María Daria tenía matricula de Muros (Galicia) y su capitán era Joaquín Novo. Sufrió la rotura de los palos y abolladuras considerables en el casco, por lo que sus propietarios evaluando los daños decidieron no reparar la embarcación y ponerlo a la venta.

En diciembre de 1905 se publica en prensa el anuncio de venta del Bergantín Goleta María Daria. Se podían solicitar informes en Grajales Chavarría y Pecourt, almacén de salazones en la calle Santa Ana 17 del Grao. Al enterarse la directiva del Club de Regatas, deciden adquirir el María Daria, abren una lista durante unos meses y recaudan unos cuantos miles de pesetas, pero insuficientes para su compra, por lo que su Presidente Vicente Puchol desembolsa la diferencia necesaria para su adquisición por un precio total de 15.000 pesetas. El María Daria, después de ser adquirido en julio de 1906, es anclado frente a la escalera Real del Puerto de Valencia. Ya con la nueva sede social es cambiada la denominación de la Sociedad a Club Náutico de Valencia.

En tan solo diez meses, el María Daria queda acondicionado como nueva sede social del Club Náutico, contando hasta con servicio de cafetería atendido por una empresa externa. El gasto total de esta reforma ascendió a 55.000 pesetas. En mayo de 1907 se hace la inauguración oficial del María Daria, a la que asistieron: el Alcalde de Valencia el Sr. Martínez Aloy, el presidente de la Diputación Sr. Valldecabre, el comandante de Marina Sr. La Puente, el gobernador Militar Sr. Ximenez de Sandoval, el Presidente de la Sociedad de Agricultura Sr. Barranco, el Presidente de la Cámara de Comercio Sr. Aguirre, representantes de Círculos y Sociedades, así como la prensa de la época.

El María Daria fue, desde el primer día de atraque junto a la Escalera Real, el centro neurálgico de las más importantes citas de la sociedad valenciana desde tan solo unos días después de su compra. Se convirtió, tras su adecuación en un verdadero Palacio Flotante. Para su disfrute contaba con una toldilla de 16 metros de larga por 8 metros de manga repleta de hamacas donde las vistas del puerto junto a la fresca brisa, hacían de este lugar uno de los preferidos por los socios. En cubierta estaba el elegante Salón en tonos claros con cuatro columnas centrales, piano, mesas y sillas de Viena, cómodos divanes y galerías de cristales. Este Salón medía 18 por 8 metros y estaba destinado al recreo y actos, siendo en invierno lugar preferente para tertulias.

La antigua camareta del capitán estaba destinada a Secretaría y Biblioteca. También en cubierta, pero a proa, estaba la cocina con servicio para restaurante, los baños y los camarotes del servicio.

En el entrepuente y en la zona de popa, la habitación de los socios en la que cada socio tenía su armario. En la bodega de la nave se encontraba el varadero, perfectamente asfaltado y donde balandros y canoas se apilaban. Unas aperturas en el casco a flor de agua permitían la fácil operación de meter y sacar las embarcaciones del depósito al mar y viceversa.

La visita más importante en esos primeros años fue la del Rey de España, Alfonso XIII en mayo de 1909, siendo recibido por la directiva en pleno en la entrada del Club. El Rey participó con su balandro «Dios salve a la Reina», de la clase Souderklasse, en las regatas que se celebraron con motivo de la Exposición Regional Valenciana. La regata consistía en recorrer siete millas, quedando Alfonso XIII en el puesto noveno a más de 21 minutos del ganador, el balandro «Guibel» del Club Náutico de Valencia. Tras esta visita Alfonso XIII concedió el título de Real al Club Náutico de Valencia.

Después de unos primeros años de esplendor y éxito, donde toda la sociedad valenciana de bien quería estar presente en cualquier acto que se realizara en el María Daria, empezó el declive de esta moda por los deportes náuticos.

Según Maximiliano Thous en su artículo «Divorciados del Mar» decía: «€hubo necesidad de conquistar laureles en otras playas y allá fueron los equipos valencianos, que supieron pasear su insignia victoriosa. Para solemnizar los triunfos menudearon los banquetes y los bailes en el Hall sobre cubierta€ Fue una época breve, pero inolvidable para los que quisimos vivirla intensamente. El divorcio del mar se impuso al fin. Nuestra gente joven volvió al chismorreo de los círculos urbanos y al denso ambiente de los cafés. El ´María Daria´ pasó muchos días sin otro visitante que el conserje€».

En septiembre de 1916 fue vendido el María Daria. Éste salió de forma definitiva del puerto de Valencia dirección a Barcelona remolcado por el vapor Valencia. Según Thous, en el anterior artículo mencionado, esta venta fue realizada supuestamente por razones de índole económica.Un triste final para la primera gran sede social del Real Club Náutico de Valencia pero no para el viejo bergantín goleta María Daria, ya que fue reparado y convertido en un hermoso pailebot de tres palos siendo rebautizado con el nombre de Asunción Ferrer €

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