El Consell de la Generalitat Valenciana dio ayer luz verde a la denominación de la ciudad de Valencia únicamente en valenciano, como ha propuesto el equipo de Gobierno municipal. Los informes del Servicio de Normalización Lingüística y de la Academia Valenciana de la Llengua han bastado para superar la oposición que habían planteado tanto el PP como Ciudadanos, partidarios de mantener el nombre en castellano y añadir la denominación en valenciano, que sólo cambia el acento: «València».

Para llegar a este punto ha sido necesario casi un año de trámites y debates. La propuesta inicial del equipo de gobierno fue aprobada en el pleno el 31 de marzo del año pasado y entonces salió adelante con los votos del «tripartito» y la abstención de los dos grupos de la oposición. El periodo de alegaciones, sin embargo, parece que les hizo recomponer la postura y en la aprobación definitiva del mes de septiembre tanto el PP como Ciudadanos se abstuvieron. Los populares pidieron más informes que avalaran el cambio de nombre y Ciudadanos exigía que se tuviera en cuenta la opinión de entidades de reconocido prestigio en la materia como Lo Rat Penat o la Real Academia de Cultura Valenciana.

Aún así, la propuesta salió adelante con los votos del equipo de gobierno y fue entonces la Dirección General de Administración Local de la Generalitat Valenciana la que pidió al consistorio que presentara informes que acreditara el cambio de nombre.

El equipo de gobierno recogió el encargo y completó el primer informe del Servicio de Normalización Lingüística, al que acompañaba también con el de la Academia Valenciana de la Llengua (AVL). Suficiente.

Con estos mimbres, el expediente volvió a la Dirección General de Administración Local y ayer recibió el visto bueno definitivo del Consell de la Generalitat Valenciana. El anunció lo hizo la propia vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, quien, como «curiosidad», explicó que aunque «València» se escribe con «è» abierta, se pronuncia de forma cerrada. Es una «excepción lingüística», comentó. Y es que realmente, lo que se ha hecho «no es un cambio de nombre», es «una adaptación» al valenciano en los términos que recoge la actual normativa lingüística, dijeron fuentes del Ayuntamiento de Valencia.

Aunque el nombre oficial sea «València», los ciudadanos podrán seguir llamando a la ciudad como lo han hecho hasta ahora, «cada uno en la lengua que se exprese». Es más, ni siquiera afectará al funcionamiento de la administración, dijeron las fuentes, pues todo el material de oficina, los membretes y todo lo que lleva el nombre de la ciudad, «ya se cambió en el año 2009». Ahora, pues, sólo habrá que mantener esa normalidad y «si hay algo que no tiene el nombre en valenciano, esperaremos que se agote y entonces pediremos que se cambie». Por lo que se refiere a los trámites futuros, todo parece indicar que esta adaptación del nombre ya no tendrá que pasar por el pleno municipal. Simplemente se comunicará al Ayuntamiento de Valencia y luego se publicará en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) pra su entrada en vigor.