El Ministerio de Cultura ha fichado al despacho madrileño Aranguren y Gallegos para la reurbanización del entorno del Museo de Bellas Artes San Pío V, una intervención que tal como avanzó Levante-EMV prevé el derribo del muro lateral de la pinacoteca, recayente a la Vuelta del Ruiseñor, y la mejora de los accesos al recinto incorporando varios solares que actualmente se utilizan como zona de aparcamiento y almacenaje.
La propuesta ganadora del concurso prevé la peatonalización de todo el perímetro del museo, excepto la fachada recayente a la calle San Pío y al Jardín del Turia donde se encuentra la entrada principal, y la creación de una nueva plaza en la parte trasera del museo que resolverá la llegada de autobuses de visitantes al museo y la carga y descarga. La previsión es que los buses que ahora estacionan en la puerta del museo, se desvíen por la calle Alboraia y Genaro Lahuerta, cuyas obras de apertura y conexión con la Vuelta del Ruiseñor está ejecutando el ayuntamiento.
Para la reurbanización del degradado entorno del Museo de Bellas Artes, de titularidad estatal y gestión autonómica y una de las pinacotecas más importantes del país, el Ministerio de Cultura, convocó en junio del año pasado un concurso de redacción de proyectos básico y de ejecución por procedimiento negociado sin publicidad, con un presupuesto de 60.500 euros. Cultura invitó a «arquitectos de prestigio», en concreto a los despachos madrileños de Cano Escario, Aranguren y Gallegos y Arenas Basabe, así como al estudio valencianos de Jaime Prior, actual presidente del Colegio Territorial de Arquitectos de Castelló. El ministerio también invitó al concurso al valenciano Manuel Portaceli coautor con Álvaro Gómez-Ferrer Bayo de la ampliación del museo llevada a cabo entre 1986 y 2003. El arquitecto, también conocido por la rehabilitación del Teatro Romano de Sagunto, declinó la proposición.
El tándem Aranguren y Gallegos resuelve el encuentro del museo con la calle Vuelta del Ruiseñor y el espacio de relación en el cruce de esta calle con la del Museo San Pío V. Los arquitectos proponen eliminar el muro de la Vuelta del Ruiseñor y peatonalizar esta calle introduciendo arbolado y mobiliario que permita integrar el museo con la escala de las viviendas, de tipología casa de poble, de esta calle de trama medieval.
En la fachada Este, recayente al Jardín de Viveros, los arquitectos madrileños plantean acotar un recinto privativo del museo destinado a jardín y con accesos desde la plaza de Genaro Lahuerta, Viveros y la puerta de San Pío, según explica el informe de la Subdirección General de Obras del Ministerio de Cultura que resuelve la adjudicación.
El proyecto de Cultura para la solución urbanística del museo, que el Ministerio de Cultura se ha comprometido a presentar en mayo y que deberá armonizarse con la intervención que ya tiene en marcha la Concejalía de Desarrollo Urbano, se espera que permita la conexión e integración del museo con la ciudad.
La intervención, sin embargo, se ha topado con un obstáculo no previsto y es la existencia de tres transformadores eléctricos en el entorno afectado por la actuación, uno de ellos de servicio al museo, otro para el alumbrado del barrio de la Trinidad y otro que suministra electricidad al jardín de Viveros. Los responsables del ministerio están negociando con Iberdrola el traslado de los transformadores a un único punto para liberar suelo. La obra en todo caso dispara los costes de la reurbanización, cuyo coste se estima en más de un millón de euros.
La característica principal del proyecto de reurbanización es facilitar el acceso al Museo por diversas vías, entre ellas desde el Jardín de Viveros, apuntaron fuentes de la Delegación de Gobierno, que destacaron que las propuestas fueron valoradas tanto por técnicos de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte como del Ayuntamiento de Valencia, eligiéndose el diseño que obtuvo mayor consenso entre los citados técnicos.
Los responsables de la Delegación de Gobierno insistieron en el alto valor del entorno del Museo de Bellas Artes, que en los últimos años ha sido objeto de una nueva intervención de rehabilitación recientemente inaugurada. La pinacoteca está rodeada por el Jardín de Viveros y el convento de la Trinidad. El ministerio de Cultura asegura que es necesario crear nuevos núcleos de comunicación para facilitar la circulación de público, personal y bienes culturales del museo.
El edificio original del San Pío V, proyectado por el arquitecto barroco valenciano Juan Bautista Pérez Castiel en 1683, contaba con el cuerpo claustral y la iglesia, y sufrió diversas modificaciones a lo largo del tiempo para adecuarlo a nuevas funciones. Así, tras la permuta realizada en el año 1944 entre el Ministerio de la Guerra y el Ministerio de Educación, este edificio se adaptó para Museo de Bellas Artes y Academia de San Carlos.
