El grupo Rain Forest ha propuesto al Ayuntamiento de Valencia la construcción de un gran parque acuático en una de las dos parcelas que tiene junto al Bioparc. Serían unas instalaciones para todo el año, con atracciones propias del verano, pero también con atracciones y circuitos para el invierno, incluidas actividades acuáticas con trajes de neopreno. Ahora será el consistorio el que decida si acepta este proyecto, que lleva aparejada una inversión de entre 12 y 15 millones de euros, con una creación de 50 a 70 puestos de trabajo directos.

Como ya anunció este periódico, el Ayuntamiento de Valencia había pedido a Rain Forest que informara sobre los usos que iba a dar a dos parcelas que tiene en concesión a uno y otro lado del Bioparc. En sucesivos momentos de esa concesión se ha hablado de crear un parque de atracciones, un museo del fútbol o un centro hípico, pero hasta el momento no se había hecho nada, por lo que el consistorio ha pedido proyectos o revisar la concesión.

Y el pasado miércoles se produjo un encuentro entre ambas partes. Según explicó ayer el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, Rain Forest les ha presentado un proyecto para construir un gran parque acuático en una de las parcelas, la que está a la derecha del Bioparc según se entra. La de la izquierda, que llega hasta la montañeta del Parque de Cabecera, de unos 15.000 metros cuadrados, seguirá libre, por el momento.

La idea de Rain Forest es que sean unas instalaciones para el verano y para el invierno, con una gran piscina y toboganes, pero también con circuitos y actividades de invierno. Además, se compromete a rehabilitar las alquerías que hay en esa parcela, una de las cuales pasarían a convertirse en un centro de promoción de la naturaleza.

Proyecto embrionario

Según explicó Sarrià, se trata un proyecto muy embrionario, aún sin desarrollar, que tendrá que recibir ahora el visto bueno del ayuntamiento. Lo primero es comprobar que este tipo de instalaciones se ajusta a los usos asignados a esa parcela. Y además, quieren aprovechar el momento para revisar la concesión global con Rain Forest, que está siendo muy gravosa para las arcas municipales. Sarrià recordó que el ayuntamiento paga todos los años cerca de un millón de euros para compensar la falta de ingresos de Bioparc, una situación que no se puede mantener mucho más tiempo.

«No podemos tomar una decisión hasta no conocer con más detalle la absoluta compatibilidad con los parámetros urbanísticos», dijo el concejal. «La propuesta la hemos conocido ayer, y lógicamente aún no puede haber ninguna decisión. Son parcelas en las que la empresa tiene la capacidad de proponer usos, pero los que hasta ahora se habían planteado no eran compatibles con la calificación de las parcelas».