El alcalde de València, Joan Ribó, se mostró contundente sobre el interés que tiene la ciudad en un proyecto como el de la estación intermodal de la Font de Sant Lluís. Más allá de lo obvio: «son terrenos situados en nuestro municipio», manifestó, Ribó dijo que a València «le interesa» tener una estación intermodal y destacó también que se trata de un elemento estratégico para el desarrollo de Mercavalencia, a apenas unos metros de las instalaciones de Sant Lluís, donde el ayuntamiento tiene una participación mayoritaria y donde pretende desarrollar una plataforma logística agroalimentaria.

«No olvidemos que en la Comunitat Valenciana las exportaciones agroalimentarias compiten entre el primer y segundo lugar , y también por eso es necesario potenciar todos los aspectos que puedan incidir en la mejora del transporte ferroviario», destacó el alcalde.

Joan Ribó añadió que cuando desde la corporación se habla de «proteger la huerta, hablamos también de dinamizarla en cuanto a su producción, del mismo modo que cuando hablamos de la Capital Mundial de la Alimentación nos estamos refiriendo a los muchos y muy diversos aspectos que queremos potenciar y desarrollar».

Seguimiento

El ayuntamiento de Valencia nombrará un técnico que se integre en la comisión, cuya primera convocatoria se producirá en unos 15 días, según estimaciones de la consellera María José Salvador, y cuya misión será «avanzar» en todos los aspectos jurídicos, urbanísticos, de planeamiento, financieros, etc. que permitan acometer «en un plazo razonable» esta infraestructura de transporte intermodal.

Cabe recordar que el desarrollo de la estación intermodal de la Font de Sant Lluís tiene implicaciones también en la remodelación prevista de la V-30, desde la que habrá que facilitar el acceso hasta el interior del recinto o la conexión con la ZAL y el propio puerto sin afectar a las zonas urbanas y de servicios próximas al enclave.

El transporte ferroviario genera también sustanciales reducciones en el uso de combustibles fósiles y podría contribuir a una mejora de la calidad del aire en el área metropolitana, a cuyo deterioro contribuyen también el intenso tráfico de camiones que se produce a diario para el transporte de mercancías.