Vecinos de Campanar aglutinados en el colectivo «Taula per la Partida» manifestaron ayer en un comunicado su rechazo al proyecto del parque acuático anunciado por la empresa gestora del Bioparc, Rain Forest. La Partida de Dalt de Campanar es uno de los entornos de huerta mejor conservados de la ciudad y ha quedado protegido en la revisión del PGOU. Los vecinos se oponen al proyecto del parque acuático impulsado en terrenos de la ampliación del Bioparc pertenecientes a la antigua partida del «Pouet», en su día parte de la huerta de Campanar.

Las alquerías y los campos de cultivo en producción del Pouet fueron expropiados a sus propietarios, pese a las protestas ciudadanas, para la construcción del Parque de Cabecera. Algunas de las alquerías se salvaron aunque se encuentran en situación ruinosa. Su rehabilitación está incluidas en el ámbito de ampliación de la concesión del Bioparc.

El proyecto del parque acuático ocupa un superficie de 25.000 m2 dentro de los terrenos que el ayuntamiento cedió en concesión a cincuenta años a la empresa Rain Forest para la construcción del zoo y el parque de atracciones.

El colectivo Taula per la Partida considera que la propuesta del parque acuático, todavía en fase embrionaria, según apuntó el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, la semana pasada, «es un atentado al patrimonio paisajístico y a la arquitectura rural».

Los vecinos reclaman que se lleve a término la rehabilitación de la partida del Pouet y que se devuelva a su estado original como paisaje rural, para lo cual solicitan al ayuntamiento que rescate la concesión del suelo. La parcela anexa al Bioparc donde se proyecta el parque acuático «debe desarrollar este espacio en consonacia con su origen de huerta y ser plenamente respetuoso con el entorno».

Los vecinos consideran «imprenscindible» la restauración inminente de la Alquería del Rey, calificada como Bien de Relevancia Local y en estado ruinoso. Los vecinos creen que esta alquería, que en la concesión se destinaba a restaurantes, debe albergar proyectos sociales y didácticos no locales de restauración.

Para los vecinos, el anuncio de Rain Forest es un intento de ganar tiempo porque son numerosos los proyectos que se han anunciado sobre estos terrenos y nunca se han llevado a cabo.

El ayuntamiento instó hace unos meses a Rain Forest a dar uso a las parcelas por desarrollar de la concesión o, en su defecto, a renunciar a la concesión. El ayuntamiento, según apuntan los vecinos, tenía previsto destinar los terrenos en caso de una eventual reversión a la ampliación del Parque de Cabecera.

Para los vecinos la actuación de Rafin Forest es «una falta de responsabilidad que atenta contra nuestro patrimonio» al tiempo que exigen que retornen el suelo al consistorio.

La zona donde Rain Forest proyecta el parque acuático se encuentra entre el zoo y el Molí del Sol. Queda otra pastilla de suelo entre la colina del parque de Cabecera y el acceso a las taquillas del zoo, que todavía sigue sin uso concreto.

La Asociación de Vecinos de Campanar ha sido muy crítica con la actuación del ayuntamiento por expropiar terrenos de huerta en plena producción y alquerías habitadas para luego dejar que se arruinen, sin darles uso.

El alcalde, Joan Ribó, desde la oposición, propuso destinar los terrenos del entorno del Pouet a un camping vinculado a la cultura de la huerta. De este proyecto nunca más se ha sabido. También se han quedado por el camino la Esfera Armilar, el Museo de la Fifa, el parque temático inspirado en China, la noria gigante, un centro hípico y otro dedicado al golf. Todos ellos proyectos anunciados y nunca ejecutados en el entorno del Bioparc.

El ayuntamiento ha pagado indemnizaciones millonarias a algunos de los propietarios que recurrieron las indemnizaciones en concreto a las familias Trénor y Cotino.

El deterioro de la alquería del Rey, en el antiguo camino del Pouet, ha sido denunciado en numerosas ocasiones. En los últimos años, se han sucedido las ocupaciones ilegales pese al tapiado de puertas y ventanas que reiteraba la concesionaria. Este conjunto rural quedará como un centro de formación, una especie de antesala al parque acuático.