El Ayuntamiento de València ha cerrado el año 2016 con un superávit de 42 millones de euros, que es el doble de lo que ya se consiguió el año pasado. El alcalde, Joan Ribó, ha destacado la mejora de las cuentas municipales, pero ha lamentado las «restricciones» que impone el Gobierno central a la hora de emplear estos recursos económicos en las necesidades reales de la ciudad. «Hemos tenido un superávit de 42 millones de euros, el doble que el año pasado, lo que es una muy buena noticia que indica que estamos haciendo bien las cosas» , dijo el alcalde, quien lamentó que estos recursos no se puedan «dedicar a servicios sociales, sino sólo a pagar deuda o a lo que se llama inversiones sostenibles», es decir, todas aquellas inversiones que no impliquen incrementar la plantilla.

Ribó explicó que ante una situación de paro como la actual «es inaudito que el gobierno de Rajoy no nos deje invertir más en políticas para la creación de empleo». Joan Ribó ha calificado de «perversa» esta situación, que «nos impide dedicar el dinero a lo que necesitan valencianos». Precisó, así mismo, que se trata «de una situación totalmente fuera de la realidad, porque nosotros estamos cumpliendo escrupulosamente todas las condiciones por las se nos puso dentro del Plan de Ajuste» en el año 2012.

El alcalde quiso poner en valor el resultado del ejercicio 2016, que consolida la tendencia iniciada con el mandato del Govern de la Nau, tras varios años de saldos negativos. «Se trata de una gestión de los recursos públicos que ha logrado enderezar la situación que habíamos vivido hasta ahora», dijo. El remanente de tesorería es el indicador que se utiliza para conocer, al final de cada ejercicio presupuestario, la solvencia o capacidad económica que tiene una administración para afrontar sus deudas. A fecha de 31 de diciembre de 2016, el remanente de tesorería de la hacienda local valenciana se ha situado en 41.588.109 euros, una cifra que prácticamente duplica el resultado del año anterior, 2015, en el que ya se logró una mejora en positivo de casi 21 millones de euros (concretamente 20.820.239 euros).

Ello contrasta con los cierres de los ejercicios del mandato del Gobierno del Partido Popular, dijo el alcalde. El año 2014, por ejemplo, se cerró con un saldo negativo de más de 10 millones de euros (-10.427.101 euros).

Los valores empleados para rendir cuentas del remanente de tesorería son igualmente positivos y se han incrementado notablemente incluso respecto al ejercicio pasado. Así, los fondos líquidos del Ayuntamiento han crecido hasta los 94,5 millones de euros (en 2015 la cifra llegó a los 40 millones, y únicamente a 6 millones en 2014).

En cuanto a los derechos pendientes de cobro, han disminuido (275.789.425 al cierre de 2016; en 2015 fueron 307 millones frente a los cerca de 339 del 2014).

Por su parte, los resultados respecto a las obligaciones pendientes de pago por parte del consistorio también han disminuido y se han situado en 154,3 millones de euros (en 2015 fueron 157 millones de euros, que también contrastan con los cerca de 217 millones del 2014). El Informe de Liquidación concluye reflejando un superávit presupuestario global, que se sitúa en 76 millones de euros (76.094.962 euros) a 31 de diciembre de 2016. El Informe se trasladará a la Junta de Gobierno y será aprobado en la próxima reunión del Pleno Municipal.

Viaje a Madrid

El alcalde viajará hoy a Madrid donde se reunirá con representantes municipales, entre ellos, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para incidir en la demanda conjunta de salir del denominado Plan de Ajuste, que afecta a la gestión directa de los recursos municipales. «Estamos atados por una serie de restricciones que nos impiden dedicar estos recursos, por ejemplo, a ayudar a pagar alquileres, que es una necesidad en la ciudad. Es una situación intolerable», añadió.

Esta exigencia es una de las que se recogen en la «Declaración de València», que fue firmada semanas atrás por más de 70 municipios de todo el Estado, durante las Jornadas Municipalistas celebradas en la ciudad y que ha sido trasladada al Gobierno. «Pero no ha habido respuesta», ha lamentado el alcalde Ribó, por lo que hoy se continuará con la acción conjunta de demanda de los ayuntamientos de Valencia, Madrid y Barcelona, así como otros municipios que han hecho suya la exigencia de que el Gobierno del PP «libere las restricciones a los ayuntamientos». «Es una paradoja que mientras el Estado tiene unos resultados de déficit anual con unos porcentajes que le rechaza la Unión Europea, prácticamente todos los grandes ayuntamientos tenemos superávit», apuntó el alcalde.