El Administrador de Infraestructuras ferroviarias (Adif), dependiente del Ministerio de Fomento, no tiene entre sus planes de inversión la prolongación del túnel de Serrería. Así lo expone su presidente, Justo Bravo, en la carta que le remitió el pasado 1 de marzo al alcalde de València, Joan Ribó, acompañando el estudio de viabilidad técnica y económica para la prolongación del túnel ferroviario de Serrería. El ayuntamiento reivindica esta infraestructura un elemento clave del corredor Meditarráneo y que, además, permitirá la conexión de la fachada marítima y del futuro barrio del Grao con el jardín del Turia y la avenida de Francia.
«Las inversiones vinculadas a mejoras de integracion urbana son obras de carácter urbanístico por lo que deberán ser asumidas directamente por las administraciones locales y autonómicas competentes en materia de urbanismo», asegura Justo Bravo en su escrito, donde se cita como mejoras urbanas los «soterramientos, cubrimientos, viaductos, etc.».
La posición de Fomento, sin embargo, es distinta en ciudades como Bilbao donde el ministro se ha comprometido con una operación de soterramiento de la playa de vías y la construcción de una nueva estación intermodal a dos niveles similar a la que se proyecto en el Parque Central de València que ahora está en revisión para abaratar su coste pese a ser una obra clave para el desarrollo del túnel ferroviario pasante que ya tienen ciudades como Barcelona y Madrid.
El máximo responsable de Adif argumenta que el Plan de Infraestructuras del transporte (PITVI 2012-2024), en el capítulo relativo a la integración urbana del ferrocarril, estipula que las operaciones de mejora urbana deben ser costeadas por las administraciones locales. El apartado citado considera que «los soterramientos no son necesarios garantizar unbuen servicio ni la funcionalidad de la red ferroviaria y por ello no son soluciones que se consideren, en general, en otros países de nuestro entorno económico». Añade que para cumplir con los objetivos de viabilidad en la integración de los trazados ferroviarios se diseñaran soluciones que tengan garantizada su financiación por las administraciones competentes, partiendo del principio de que los aprovechamientos urbanístico que pudieran atribuirse a los suelos ferroviarios que se revelen no necesarios para la explotación deben utilizar para la financiación y administracion de las infraestructuras ferroviarias.
La carta que le remite Justo Bravo a Ribó, y a la que ha tenido acceso este diario, es respuesta a uno de los numerosos escritos que el alcalde ha remitido a Fomento para requerir el citado estudio, la última el pasado 13 de enero. Justo Bravo recuerda al respecto que el «interés de este estudio es municipal y urbanístico y no del propio ferrocarril», al tiempo que añade que Adif asumió la elaboración del estudio por afectar a una obra ferroviaria.
