La concejala de Patrimonio del Ayuntamiento de Valencia, María Oliver, visitó la semana pasada los Docks, uno de los edificios históricos de la Marina Real Juan Carlos I, para comprobar el estado en el que se encuentran estos antiguos almacenes portuarios antes de firmar el acuerdo definitivo para el rescate de la concesión del inmueble, en manos de la familia Romeu hasta 2020. La negociación para que el ayuntamiento recupere la titularidad del edificio, que en los últimos años ha funcionado como discoteca, está muy avanzada. Las cifras están practicamente cerradas. El rescate de la concesión se hará mediante una compesación de las deudas que tenía la adjudicataria, por el impago del IBI y otros impuestos y tasas, con el ayuntamiento y se ha fijado en 170.000 euros, una cantidad que el ayuntamiento quiere repercutir a la empresa que se adjudique la concesión del edificio. La intención del ayuntamiento no es gestionar los Docks directamente, explicó Oliver, sino cederlos al Consorcio Valencia 2007, el organismo que explota la marina real y donde están representadas las tres administraciones, local, autonómica y estatal.

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, pidió que se agilizara al máximo el rescate de la concesión de los Docks tras haber rechazado el millonario proyecto de ARC Resort para convertir el antiguo edificio portuario en un casino con un hotel de lujo. El alcalde ha anunciado su intención que el inmueble, inacabado, se reconvierta en un espacio de uso cultural. E plan de usos de la marina aprobado en la pasada legislatura asignaba a este edificio, al que se podrían añadir hasta tres alturas según el proyecto original, usos hoteleros. El alcalde también ofreció los Docks, diseñadas en 1912 por el arquitecto Víctor Gosálvez,para la ubicación del Caixaforum de Valencia, que finalmente se ubicará en el Ágora de la Ciudad de las Artes.

Oliver explicó que en su visita pudo comprobar el mal estado en el que se encuentra el edificio, que lleva cerrado y sin apenas uso desde hace más de un año, y que presenta goteras y filtraciones de agua. La concejala apuntó que es prioritario resolver el rescate y sacar la nueva concesión para garantizar el correcto mantenimiento del edificio y, además, ayudar a enjugar la millonaria deuda (más de 400 millones de euros) que arrastra el Consorcio Valencia 2007, que tiene además parte de sus ingresos por las concesiones embargados por el Santander.