El sacerdote jubilado y canónigo de la catedral de València Francisco Gil Gandía falleció ayer a los 84 años en su domicilio de València, según informó el arzobispado. Con él se va un personaje singular en la Iglesia valenciana. Un hombre que se ordenó sacerdote en contra de la opinión de su familia. Un veterano del articulismo periodístico con décadas de colaboraciones publicadas en Levante-EMV que reposan en la hemeroteca. Y un cura que siempre dijo (aunque existan otras versiones) que él volteó físicamente el cuadro de Felipe V que cuelga cabeza abajo en el museo de Xàtiva. Decía que lo hizo en 1956, en pleno franquismo. «Colgué cabeza abajo el cuadro de Felipe V al levantarme de la siesta porque se lo merecía», dijo él mismo en una entrevista publicada por este periódico el 12 de enero de 1997.

La misa exequial tendrá lugar mañana, a las 9:30 horas, en la Catedral de València. Luego, sus restos mortales serán trasladados a la localidad valenciana de Algimia, en cuya parroquia se celebrará un funeral a las 12.30 horas. Tras ello, sus restos recibirán sepultura en el panteón familiar del cementerio.

Respecto al episodio de Xàtiva (con otras leyendas a su alrededor y otros supuestos padres), Gil Gandía quiso siempre atribuirse la autoría de la iniciativa, uno de los símbolos del valencianismo convertido hoy en atractivo turístico de la capital de la Costera. El canónigo aseguró que fue él quien le dio la vuelta en agosto de 1956 como una idea que surgió de él mismo y que el entonces director del museo desde 1940, Carlos Sarthou Carreres, secretario judicial ya jubilado y cronista de Xàtiva, aceptó de buen grado. Según contó Francisco Gil Gandía, se descolgó el cuadro, se desmontó el lienzo del marco y se le dio la vuelta al lienzo, para que las garras del pesado marco no tuvieran que cambiarse de posición. Es su versión, que ni siquiera la investigación a fondo del historiador Germán Ramírez Aledón ha podido demostrar.

Trayectoria peregrina

Tras ese primer destino en la parroquia del Carmen de Xàtiva, la trayectoria eclesiástica de Gil Gandía pasó por Ayódar, Cortes de Arenoso, Higueruelas, el Carmen de Xàtiva, Vinalesa y la parroquia de la Santa Cruz de València (en la plaza del Carmen) desde 1990 hasta 2002. De allí salió después de que una importante comunidad del Camino Neocatecumenal se mostrara en desacuerdo con su forma de dirigir la parroquia. No era un afín del entonces arzobispo, García-Gasco, y fue apartado a un retiro dorado: la Catedral de València, primero como beneficiado y luego como canónigo. Ese ha sido su último destino. Y mañana lo despedirá.