Hace unos días el concejal de Mobilitat Sostenible y presidente de la EMT advirtió que los estatutos de la compañía municipal tenían que cambiarse porque cuando se creó la sociedad le puso fecha de caducidad a la prestación del servicio público: 2025. Ayer, el Consejo de Administración aprobó dio luz verde al procedimiento para proponer al Ayuntamiento de València que establezca un plazo indefinido para que la entidad que continúe prestando su servicio de transporte público en la ciudad. El acuerdo contó ayer con los votos a favor de los representantes de Compromís, PSPV, València en Comú, la abstención de Ciudadanos y el voto en contra del PP.

Con este acuerdo, se iniciarán los trámites para que el Ayuntamiento haga una «encomienda de gestión a la EMT». Además, se aprovechará para actualizar el reglamento del servicio que data del año 2005 y se adaptarán los estatutos de la sociedad a la Ley 21/2014, de 3 de diciembre, por la que se modifica la Ley de Sociedades de Capital para la mejora del gobierno corporativo.

«Estamos ante un día muy importante para la supervivencia de la EMT y para asegurar los puestos de trabajo de sus 1.638 trabajadores y trabajadoras», destacó el presidente de la EMT y concejal de Mobilitat Sostenible, Giuseppe Grezzi. «Con este acuerdo conseguimos que 2025 no sea la fecha de fallecimiento de la EMT y aseguramos el compromiso de que siga siendo la encargada de dar el servicio que se merecen y necesitamos los valencianos», dijo.

El concejal de movilidad criticó la actitud del PP al votar en contra de este acuerdo. «Con este voto negativo el PP ha desaprovechado una buena ocasión para demostrar que está a favor de la continuidad de la EMT como empresa pública. Nos queda la duda de si siguen pensando en la privatización de la empresa y en el recorte de derechos para trabajadores y trabajadoras como ya quisieron hacer con la propuesta de ERE el año 2012. Nosotros lo impediremos con todas nuestras fuerzas», aseguró el concejal Grezzi.

Desde las filas del PP negaron que el sentido negativo de su voto tuviera que ver con la función pública de la EMT. «Nuestro concejal Alberto Mendoza ha votado en contra por la opacidad completa que ha demostrado la actual dirección. No hay ningún informe jurídico ni documento que avale esta decisión. Hemos pedido los papeles pero nunca nos dan nada. Así pues nuestro voto negativo no es por la forma, no por el contenido del acuerdo», aseguraron fuentes del grupo municipal.

El Consejo de Administración también aprobó las cuentas anuales de la EMT. Según las cifras auditadas por Ernst & Young, se ha cerrado el año con un superávit de 683.655,40 euros.