El alcalde de Pinedo, el joven Josep Gimeno, vivió la noche del lunes una «tensa» experiencia que tardará en olvidar. Tras evitar con la ayuda de un amigo una supuesta agresión machista, trasladó a la mujer que estaba siendo acosada por su pareja hasta la central de la Policía Local para que los agentes atendieran a la víctima, pero en su camino fue perseguido e intimidado por el agresor, que trató de cerrar el paso con su vehículo en reiteradas ocasiones. Finalmente, la chica recibió asistencia, aunque se desconoce si interpuso denuncia contra su pareja, que el día de antes había salido de la cárcel tras cumplir una condena de 7 años por tráfico de drogas.

Gimeno recibió públicamente el apoyo de numerosos cargos públicos de Compromís y del alcalde Joan Ribó, que alabó su comportamiento. Sin embargo, el joven alcalde de Pinedo, abogado de profesión, asegura que no fue «para tanto», y que se limitó a cumplir con su deber. «Si lo hice público -explicó a este periódico- fue porque creo que desde mi condición de cargo público, debo dar ejemplo a la ciudadanía, y que que todo el mundo se plantee que hay que dar la cara para evitar las agresiones machistas, que es nuestro deber por las víctimas», señaló a este periódico.

El relato de los hechos comienza en la zona de muelles de carga y descarga del centro comercial Gran Túria, en el barrio de la Fuensanta. «Salimos un amigo y yo del centro comercial sobre las 23 horas e íbamos hacia casa cuando nos encontramos a una mujer sola, sollozando y aparentemente había bebido. Inmediatamente apareció su pareja, que comenzó a hablarle mal y a decirle que subiera al coche. La verdad es que no pintaba bien la cosas, por lo que decidimos avisar a la Policía Nacional», explica el alcalde de Pinedo.

Sin embargo, durante la llamada, la chica intentó abandonar la zona por su pie, por lo que Gimeno y su amigo decidieron seguirla para prestarle asistencia. «Aprovechando que su pareja no la seguía, nos pidió que la ayudáramos, que su pareja acababa de salir de la cárcel, que le había pegado y que temía por su vida; nos pidió que la lleváramos a la zona de Peris y Valero, y entonces subió al coche. Nosotros ya teníamos pensando acercarnos a una comisaría para que ella denunciara los hechos, pero enseguida nos dimos cuenta que su pareja nos estaba persiguiendo con el coche», narra el joven abogado.

En determinado momento la pareja de la mujer que les seguía con otro coche comenzó a hacerles luces y en el primer semáforo que pararon trató de bloquearles el paso. «Cruzó su coche delante y luego se ponía detrás, por lo que entendimos que no pretendía resolver el asunto de manera amistosa. La verdad es que más que miedo, lo que fue es una situación tensa. Esto sucedió a la altura del Hospital General, por lo que no nos quedó más remedio que acelerar a fondo, saltarnos tres semáforos y parar a toda prisa en la central de la Policía Local. Afortunadamemte los agentes salieron enseguida y la cosa no fue a mayores. ya que la pareja de la chica nos persiguiño hasta allí mismo», relata Gimeno.

Procedimiento de oficio

Ya en las dependecias policiales, tanto Josep Gimeno como su amigo realizaron una declaración ante los agentes, que aseguraron que iban a trasladar a la mujer a un centro médico para realizar una evaluación de su estado. «Ayer llamé a la policía nacional para ver si había presentado denuncia la chica y aún no lo había hecho, a pesar de que mi amigo y yo insistimos varias veces que era lo mejor. En todo caso, se abre un procedimiento de oficio al intervenir nosotros y acudir a la Policía Local», explicó el alcalde de Pinedo a este periódico.

Al parecer la policía confirmó que el presunto agresor, exboxeador, había abandonado la cárcel tan solo un día antes tras cumplir una larga condena por tráfico de cocaína.