A principios de octubre de 2013 el gobierno del PP puso en marcha una de sus iniciativas estrella en la EMT, con la creación de una nueva línea nocturna denominada «Correnit». Funciona los viernes, sábados y vísperas de festivos, y su particularidad es que está dirigida al público más joven, ya que el servicio puesto en marcha por el concejal Alberto Mendoza recorre las principales zonas de ocio de la ciudad. La dotaron del doble de recursos que al resto de líneas nocturnas de la ciudad, pero tras poco más de tres años en funcionamiento se ha confirmado el fiasco de la iniciativa debido a su poco uso.

De las actuales trece líneas nocturnas con las que cuenta la EMT, el Correnit es la que peor funciona con diferencia. De media transporta cada hora del fin de semana que está en marcha a unas 15 personas los viernes y 18 los sábados, mientras que las líneas más potentes, con las N89 y N90, llevan casi hasta cuatro veces más de viajeros.

Los pobres números del Correnit contrastan con los medios con los que fue dotado la línea en tiempos del PP. Mientras todas las nocturnas solo disponen de un autobús, el Correnit cuenta con dos, con lo que las frecuencias de paso son muy inferiores.

Cuestionado por el fiasco de la iniciativa, el actual gerente de la EMT, Josep Enric Garcia, explica que era algo «previsible». «Cuando diseñas una línea basada en conexiones de zonas de ocio, es difícil que funcione, ya que los usuarios van a una sola zona, y no suelen moverse entre ellas. En cambio, el resto de las líneas nocturnas conectan barrios con zonas céntricas y su funcionamiento es mucho mejor, y eso a pesar de que no cuentan con tantos recursos», explica el máximo responsable de la compañía.

¿Y por qué no se cambia? «Bueno, nos centramos en otras prioridades, pero las nocturnas es uno de nuestros objetivos de futuro. ¿Cuándo? No sabría decirte», explica Josep Enric Garcia, que aclara que cualquier modificación precisa de «unos recursos que no tenemos». «Las modificaciones de líneas y su constatada mejora con el consiguiente aumento de viajeros se hizo reorganizando los recursos que tenemos. Pero para las nocturnas simplemente no tenemos recursos, y mientras el Estado nos da la espalda y no quiere financiar nuestro transporte metropolitano. Así es muy difícil».