La primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valencia, la socialista Sandra Gómez, ha recriminado al alcalde de la ciudad, Joan Ribó, la supresión del aparcamiento nocturno en el carril bus sin contar con su principal socio de gobierno, es decir, con ellos. Lo hizo directamente en una reunión que ambos ediles mantuvieron ayer y en la que Gómez le hizo saber a Ribó que no respaldará la propuesta mientras no tenga el consenso del equipo de gobierno al completo. A nadie se le escapa que la gestión de la Policía Local está en manos del Grupo Socialista, por lo que la capacidad de multar a los vehículos que aparquen en el carril bus las noches de los fines de semana es competencia exclusiva del cuerpo. Perseguir una conducta que para el PSPV no está suficientemen consensuada iría en contra de su voluntad.

La queja de Sandra Gómez no es únicamente una protesta contra la medida arbitrada por el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, medida que también está teniendo contestación, a veces airada, de diferentes colectivos sociales e incluso de las poblaciones cercanas a la capital. Es también una queja por la forma de comportarse de Grezzi y en general de Compromís, que «actúa como si gobernara en solitario y no consulta a sus socios de gobierno en medidas tan delicadas como ésta», explicó Gómez. Hay que recordar que la posibilidad de aparcar en el carril bus los fines de semana por la noche es una medida que tiene ya 18 años y nunca mereció una contestación social relevante.

Además, otras medidas recientes, como improvisar conciertos a pie de falla sin estar previstos en la Junta de Protección Ciudadana, han elevado también la tensión entre los socios de Gobierno, así que la reunión de ayer se había planteado para pegar un golpe en la mesa y reclamar consensos dentro del equipo de Gobierno, o lo que es lo mismo, «dejar de gobernar como si Compromís estuviera con mayoría absoluta».

Negociación previa

Sandra Gómez pidió a sus socios de gobierno que retiren la medida del carril bus y la debatan tanto con ellos como con la ciudadanía, pues sólo entonces la sentirán suya. Entre tanto, «no se sienten comprometidos a respaldarla», lo que significa no prestar a la Policía Local, dirigida por la también socialista Anaïs Menguzzato, para impedir que se aparque en el carril bus por la noche y mucho menos para multar a quien lo haga. Los siguientes pasos están por ver, pero podrían llegar incluso a la votación en el pleno. «Esto es una medida de Giusepe Grezzi y nosotros creemos que hace falta un debate más profundo», dijo la concejala socialista, quien recordó que suprimir este aparcamiento nocturno es «una cosa que afecta a toda la ciudad». «Hasta que no haya un acuerdo de todos, no me comprometo a nada», reiteró.

La propia Policía Local de Valencia anunció ayer una próxima reunión con el área de Movilidad para hablar sobre esta controvertida medida. Las fuentes no precisaron si el objetivo es revisar las intenciones de Giuseppe Grezzi, hablar de su aplicación o advertir de la posibilidad de no intervenir en caso de que finalmente se aplique sin consenso.

La prohibición de aparcar en el carril bus afectará al 80% del carril en el que ahora está permitido los fines de semana por la noche y además se acortará el tiempo de aparcamiento en el restante 20%. La idea es que la medida entre en vigor el próximo día 10 de abril, lunes, por lo que no será realmente efectiva hasta el fin de semana siguiente, en vacaciones de Semana Santa.