Las calles del centro de València han visto pasar a miles de jóvenes manifestantes con lemas a favor de la enseñanza pública y en contra de ciertas políticas educativas y de los recortes, pero ninguna marcha ha sido como la de ayer. Por primera vez en 30 años, las Trobades d´Escoles en Valencià llegaron al corazón de la ciudad, en concreto a la plaza del Ayuntamiento, un hecho calificado como «histórico» para muchos participantes, que fueron unos 30.000 en total, según Escola. Antes del inicio de los talleres, los centros participantes recorrieron las calles Xàtiva, San Agustín y San Vicente, en un ambiente festivo -con muixerangues, batucadas, charangas...- y bajo el lema «Creixem en valencià».

«Queremos defender la enseñanza en valenciano, que hemos elegido para nuestros hijos. La Trobada es una oportunidad para disfrutar de los talleres que ofrecen los diferentes colegios e institutos y para reivindicar la enseñanza en valenciano», explicaba ayer Evangelina, que estaba en la plaza junto a su hija Inés, de 11 años.

Dolors, madre del CEIP Pràctiques que estaba al frente de uno de los talleres, asegura que la escuela pública y en valenciano «es importante para que los niños conozcan su cultura y su lengua» y considera que «hay que reivindicar que existe y que es muy buena escuela».

Numerosos dirigentes políticos e institucionales también quisieron mostrar en València su apoyo a la festa pel valencià. El alcalde Joan Ribó estuvo acompañado por el presidente Ximo Puig y la vicepresidenta Mónica Oltra, además de otros miembros del Consell -como los directores generales de Educación, Rubén Trenzano y Miguel Soler-, del gobierno local, y diputados de las Corts y la Diputación de València.

El regreso del «Tio Canya»

Ribó destacó el simbolismo de que el movimiento educativo y en defensa del valenciano estuviera «en la plaza mayor de la ciudad, con todos los honores y toda la alegría por parte del ayuntamiento. Es muy importante ver como, poco a poco, paso a paso, todos trabajamos para normalizar nuestra lengua a tot arreu y también en la ciudad de València».

Para Puig era «un día de alegría», en el que «el Tio Canya ha vuelto a València», la que para él es «una ciudad amable para nuestra lengua, que entiende la vida en valenciano». «Si alguien se pregunta qué es el cambio, hoy es València. La ciudad está viva, en convivencia, y eso es el triunfo de la sociedad valenciana», aseguró.

«Celebramos la escuela pública, en igualdad, en valenciano, y, por tanto es una alegría y un símbolo que las plazas vuelven a ser de todos, y en este caso de los niños y las niñas, aseguró Oltra. «Esta plaza es de todos los valencianos, y está llena de una comunidad educativa comprometida con una educación que forma a nuestros niños y niñas para que tengan valores, y sean ´personitas´ críticas y libres», apuntó.

La plaza del Ayuntamiento contó con más de 50 talleres de colegios, instituciones y empresas, que ofrecían a los más pequeños diferentes manualidades en las que crear un calidoscopio, un fanalet, collares, una bolsita para el almuerzo... También había actividades para aprender sobre reciclaje, primeros auxilios o literatura. Por ejemplo, la Unitat de Normalització Lingüística de la Diputació de València difunde este año los versos del poeta Marc Granell, a través de las redes sociales y en pulseras. El autor, que ayer se fotografiaba con los participantes, se mostró encantado con la acogida de la iniciativa. «Es una maravilla estar con los pequeños; la mayor satisfacción que he tenido de escribir poesía es la del contacto con los niños. Me gusta mucho cuando me llaman de colegios e institutos porque te reciben con mucha sinceridad y entusiasmo», reconocía.

Las trobades hacen un receso por Semana Santa y vuelven el 30 de abril en Guadassuar.