La sanción al escolta de Ribó ha generado todo un debate dentro de la Policía Local de Valencia, cuyos sindicatos no se ponen de acuerdo sobre la actuación de sus compañeros. Se echa en falta un protocolo que establezca claramente la jerarquía de los escoltas y hay coincidencia en que no se trata de un conflicto político, sino un asunto puramente policial.

Ana Odena, representante de Comisiones Obreras, está completamente en contra de la sanción y asegura que apoyará al afectado en las decisiones que tome, concretamente en el posible recurso.

A su juicio, el escolta, que aparcó el coche oficial del alcalde en una salida de emergencia de la Fonteta, «obedecía órdenes de su jefe directo y, por tanto, cumplía con su obligación». «Que se aclaren los mandos y hagan un protocolo para ver a quién atiende cada uno»,propuso.

Respeto a los compañeros

Por su parte, Jesús Santos, responsable del Sindicato Profesional de Policía Local y Bomberos, cree que el escolta «se equivocó» al aparcar el coche en una salida de emergencia y negarse a retirarlo cuando el policía se lo pidió. Recuerda que con esta acción estaba poniendo, además, en apuros a los agentes que se encargan de la seguridad del pabellón deportivo.

Santos no cree, en cualquier caso, que haya un pique entre los distintos cuerpos policiales. Lo que ocurre, a su juicio, es que algunos escoltas, por exceso de celo o confianza, a veces incumplen las normas.

Finalmente, Benjamín Victoria, responsable de UGT, explicó que «no hay nada que objetar sobre la intervención de los policías». Al no conocer el detalle del expediente, no entra en la cuestión.

Ahora bien, Victoria no ve intervención política alguna en este asunto. «Nadie se está tirando los trastos a la cabeza por estas cosas. Solo es una intervención y un expediente que nosotros respetamos», añadió.