Las obras de reurbanización que se están realizando en el Cabanyal no sólo estan sirviendo para ampliar aceras, reponer el alcantarillado o mejorar las conducciones, sino que, colateralmente, han sacado a la luz restos de las calzadas que un día vertebraron el barrio y que con el paso del tiempo han quedado casi un metro por debajo del rasero actual.

Se trata de pavimentos elaborados con adoquines de piedra que han aflorado, de momento, en las calles Reina y Barracas, dos de las grandes arterias que componen la retícula histórica de barrio, en la actualidad declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y por tanto, elemento de peso en la orden ministerial que salvó el Cabanyal de su destrucción parcial.

A falta de un estudio más detallado de estos restos, una de las hipótesis que se barajan es que se trate de las primeras pavimentaciones que se hicieron en el Cabanyal a finales del siglo XIX cuando el ahora barrio de Valencia todavía era Poble Nou del Mar y afrontaba la sustitución de las barracas por viviendas de obra.

Tesis doctoral

Según una tesis doctoral titulada «El Cabanyal: lectura de las estructuras de la edificación. Ensayo tipológico residencial 1900-1936», firmada por Rosa Pastor Villa, el ingeniero de caminos Juan Bautista Gonsálvez Navarro, arquitecto de la población y alcalde de la misma en el año 1890, elaboró un proyecto para introducir el alcantarillado, mejorar las acequias e instalar el adoquinado en el barrio, lo que significa que los restos encontrados ahora podrían pertenecer a aquella época o las primeras décadas del siglo XX.

Gonsálvez Navarro fue una de las personas que más se interesó por preservar la alineación de las calles en aquel momento crítico de finales del XIX en el que los sucesivos y peligrosos incendios de las barracas aconsejaron acabar con estas construcciones de forma paulatina para ir construyendo viviendas de obra, muchas de las cuales están aún en pie y forman parte del patrimonio histórico y singular del Cabanyal.

Tras la aparición de estos restos y la imposibilidad de conservarlos, la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas ha pedido al Ayuntamiento de València que proceda al estudio y catalogación de los mismos antes de que vuelvan a quedar ocultos por las calzadas actuales.

Fuentes de la conselleria consideran muy importante obtener fotografías y explicaciones ciertas de estos restos de pavimento para preservar la memoria del barrio (está previsto construir un centro de interpretación del Cabanyal-Canyamelar desde su origen hasta el momento en el que consiguió salvarse de su destrucción parcial) y para aportar luz a los investigadores que en un momento dado puedan interesarse por la evolución de esta barrio marinero de València.

Según las fuentes, las obras de canalización que se están haciendo pueden conservar la mayor parte de los tramos que han aparecido y, por tanto, tampoco serán destruidos.