La edición de 2016 ha acabado por convertirse en un simple tropiezo en lo que ya es una normalidad en la representación de los «miracles» de San Vicente Ferrer: que el Tossal, antaño participante sin pena ni gloria, vuelva a ser el mejor, desafiando los relevos generacionales que, por lógica, se van produciendo en su cuadro de actores. Anoche, Lo Rat Penat anunciaba su victoria tanto de la representación en su conjunto como de dirección, actor, montaje, obra original y el más curioso: el premio ex aequo para los dos niños que representaban al santo valenciano.

Que no es la primera vez que sucede esto (uno adulto y otro anciano), pero no que ganaran el primer premio y ambos indistintamente. Una curiosidad para una obra que narra un pasaje de su vida y un milagro, que es evocado por él mismo en los últimos instantes de su vida. El domingo y el lunes podrá verse en su altar de forma repetida.